El CUI relanzó su Mapa de las Lenguas Indígenas Argentinas en el presente, esta vez en formato digital y con información nueva que incluye la cantidad de hablantes, las variantes de cada lengua y cómo suenan. El trabajo de revitalización de los idiomas y la importancia de los datos del Censo 2022. Choclo, chaucha, che, gualicho, cancha, tiza, yacaré, ananá, mate. Todos estos términos de uso cotidiano tienen un punto en común: son palabras indígenas. “Son algo más propio de lo que pensamos -dijo Daniel Huircapán, docente de Günün a Yajüch en la presentación del relanzamiento del Mapa de las Lenguas Indígenas Argentinas en el presente del Centro Universitario de Idiomas (CUI)-. Con este mapa decimos que estamos acá, estamos vivos y nuestra lengua está presente”. El nuevo mapa da cuenta de que actualmente en Argentina hay más de 48 pueblos indígenas y 40 idiomas, de los cuales 13 tienen hablantes activos, 10 están en proceso de revitalización, 8 registran hablantes o entendedores de la lengua y 9 no registran hablantes en la actualidad. Además, a diferencia de la primera versión -que se presentó en 2019 en el Congreso Nacional de Lenguas Indígenas-, el mapa ahora está disponible online y es interactivo: al hacer click en cada lengua se muestra su cantidad de hablantes, información sobre ella, sus variantes y cómo suena cada una. “El mapa pone a la vista lo que ya existe, que Argentina es una nación plurilingüe. Todo se actualizó con el trabajo que hizo el equipo del Programa de Lenguas Originarias del CUI (que coordina Mónica Thompson)”, contó a Pagina|12 Roberto Villarruel, director del Centro, quien destacó el “trabajo colectivo” realizado con las comunidades indígenas y el apoyo del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) y Amnistía Internacional. La otra gran diferencia, añadió, fueron los datos que aportó el Censo 2022. El cuestionario elaborado por el Indec incluyó por primera vez preguntas sobre si la población se reconoce como perteneciente o descendiente de un pueblo indígena y si habla o entiende la lengua de su pueblo. Los resultados arrojaron que “el 29,3% de la población que se reconoce indígena o descendiente de pueblos originarios” (un total de 1.306.730 personas) manifestó “hablar o entender la lengua de su pueblo”. Verónica Gómez es docente de Guaraní en el CUI hace casi 13 años. Cuando era niña, sus padres hablaban el idioma en la casa, pero “no había una exigencia de que nosotros les habláramos a ellos en Guaraní”. “Es algo que se da en muchas familias -dijo a este medio-. Creo que nuestros padres sabían que el castellano era el idioma que íbamos a necesitar en la escuela, en el futuro, quizás sea por eso”. Cuando uno de sus alumnos le cuenta que por primera vez pudo hablar con sus abuelos en guaraní, Gómez se llena de orgullo. “Algunos vienen a aprender porque les interesa el idioma, pero la mayoría de los alumnos vienen en búsqueda de la recuperación del idioma familiar. Hay muchos a los que directamente sus padres no les hablaron nunca en Guaraní y no entienden el idioma. Cuando doy clases virtuales, hay padres que se conectan con sus hijos chiquitos y aprenden los dos. En mi experiencia, la enseñanza de un idioma originario no es solo una cuestión de gramática y de cómo conjugar, sino que hay una cuestión personal y sentimental casi siempre muy presente”, relató la docente. Uno de los principales puntos para trabajar luego del lanzamiento del primer mapa fue la revitalización de las lenguas. En ese proceso está desde 2007 el Günün a Yajüch, el idioma hablado por los pueblos conocidos como tehuelches, pampas y querandíes en las provincias de Chubut, Río Negro, Buenos Aires y Córdoba, entre otras. “Cuando salimos en 2019 nos empezamos a enterar de otros procesos de revitalización, eso hizo que nos encontráramos entre hermanos para ver cómo fue haciendo cada pueblo para revitalizar su propia lengua. Encontramos experiencias distintas de cómo incentivar a nuestros mayores y a nuestros niños para recuperar el idioma. Y entendimos que teníamos que llegar a algunos consensos”, dijo Huircapán, el principal impulsor del desarrollo del mapa. El primero, señaló, fue la escritura. Las lenguas indígenas “no tienen una escritura propia, con símbolos internacionales” por lo que “debemos usar los del español”. “Fueron muchos debates hasta llegar a un consenso. Después, tuvimos que sistematizar el idioma”, enumeró. Hoy ya tiene un curso con 25 personas que estudian para ser replicadores de la lengua para que “empiecen a capacitar a la gente”. “Es el colectivo el que va a empezar a difundir el idioma”, se esperanzó. “Queremos que este mapa se convierta en una herramienta para la actividad educativa, para las decisiones políticas, y que acceda también el público en general”, destacó Villarruel. El CUI ofrece hace casi dos décadas la enseñanza de idiomas indígenas. Primero empezaron con Quechua, Guaraní y Mapuche. Hoy, el Programa de Lenguas Originarias es gratuito y comprende el derecho indígena, así las diversidades y semejanzas de seis culturas originarias y sus lenguas: Guaraní, Quechua, Mapuche, Günün a Yajüch, Qom y Wichí. 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