En pleno debate rumbo a las elecciones presidenciales de Argentina, previstas para el 22 de octubre de este año, la candidata Myriam Bregman, del Partido de Trabajadores Socialistas (PTS), le recordó a su contendora Patricia Bullrich, de Propuesta Republicana (PRO), el envío de pertrechos a Bolivia durante el “golpe de Estado” de 2019.
La cadena La Nación transmitió el cruce de ideas de ambas postulantes.
Fue Bullrich quien lanzó los primeros dardos.
—¿Por qué odias tanto las fuerzas de seguridad y a las Fuerzas Armadas? ¿Por qué las odias tanto? ¿Por qué no reconoces como trabajador?
—¿En serio me vas a preguntar eso? Les voy a contar porque, parece que se olvidó. Cuando ella dirige a las fuerzas de seguridad desapareció Santiago Maldonado. Asesinaron por la espalda a Rafael Nahuel; defendió a los policías de gatillo fácil, que los reivindicó hoy el principio, y ella introduce el tema. La verdad es que debería explicar, además, de por qué hacer esto, le vendió (sic) armamento a Bolivia durante el golpe de Estado; por qué, también, reconocieron al gobierno de Brasil después del golpe contra digno porque apoyan El golpe de estado en Perú.
El escándalo por el despacho de pertrechos por parte de Argentina a Bolivia estalló tras develarse una nota de agradecimiento por el envío, desde la Argentina, de material antidisturbios durante los conflictos poselectorales de 2019.
La misiva la había enviado el 13 de noviembre de 2019 el entonces comandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), Jorge Terceros, al embajador argentino en funciones, Normando Álvarez. Aunque luego el diplomático argentino negó haber recibido la carta, una de cuyas copias fue encontrada por su sucesor Ariel Basteiro y la otra se encuentra archivada en la FAB.
Dos días después del envío, y bajo el paraguas del Decreto Supremo 4078, Policías y militar reprimieron las protestas de quienes exigían “democracia”, luego de la renuncia de Evo Morales a la Presidencia, el 10 de noviembre de ese año.
Primero, la violencia derivó en la muerte de 10 personas, la mayoría a bala, en el puente de Huayllani, en el municipio de Sacaba, en Cochabamba. Cuatro días después la historia se repitió en la zona de Senkata, en el municipio de El Alto, con el resultado trágico de otra decena de personas.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y, más tarde, el Grupo Internacional de Expertos Independientes (GIEI) calificaron esa represión como “masacre”.
“La señora Bullrich tiene un perfil, y una mirada de lo que debe ser el Gobierno, a partir de un orden y ejercicio de la autoridad muy vertical y muy fuerte que tiene que ver con su gestión”, describió el vocero a la sucesora del expresidente Mauricio Macri (2015-2019).
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