Caso Odalys: Pérez está en Qalahuma porque ‘San Pedro está llena’

Se cumple un mes de la desaparición de Odalys

  • 29 de abril de 2024 

POR ROSÍO FLORES

“San Pedro (la cárcel) está llena”; “No hay el cuerpo del delito para mandarle a Chonchocoro”. Con esos argumentos, la jueza Regina Santa Cruz “benefició” a Joel Pérez, principal sospechoso de la desaparición de Odalys Vaquiata, con detención en Qalahuma.  

Mañana, 30 de abril, se cumple un mes de la desaparición de la joven madre de un niño de cuatro años de edad, a quien se le perdió el rastro en la localidad de Tocaña, en los Yungas de La Paz, adonde viajó con su enamorado Joel.

Tras la desaparición de Odalys, un numeroso contingente de policías, militares y bomberos buscó, durante varios días, a la joven. El Gobierno no escatimó esfuerzos para dar con el paradero de la desaparecida. Puso a disposición el rastrillaje aéreo y terrestre; sin embargo, vanos fueron los esfuerzos, Odalys sigue desaparecida.

La familia, amigos, allegados y la sociedad no pueden entender las decisiones de la Justicia en torno a Joel (de 25 años), pues, a pesar de que las mismas autoridades consideran que “miente” y “manipula” en este caso, el hombre continúa en un centro de rehabilitación destinado a menores de edad que cometieron delitos, a diferencia de muchos otros casos donde los sospechosos de hechos similares sí cumplen detención en cárceles de acuerdo a su edad.

Tal es el caso de la Singry Paco, la farmacéutica tarijeña que desde el 12 de febrero está desaparecida. Su pareja, Marcelo Alemán, es el principal sospechoso, a quien se le acusa de un presunto feminicidio y está encarcelado.

“No entiendo por qué la Justicia beneficia a Joel con detención en Qalahuma. Allí está feliz, es como un premio para él. Está protegido por la Justicia. Se niega a decir dónde le dejó a mi hija. Es un mentiroso. Ha dado más de cinco versiones diferentes. Le hemos pedido a la jueza que lo manden a San Pedro, pero ella dijo que está llena la cárcel. Y para enviarlo a Chonchocoro, dijo que no hay el cuerpo del delito”, contó ayer preocupada la madre de Odalys, Mabel Quispe, a La Razón.

Odalys

Son 30 días en los que la familia vive un suplicio sin saber dónde está Odalys. Su pequeño hijo, de cuatro años de edad, comienza a desesperarse al no ver a su madre; él quiere volver a su casa, a su cuarto, a jugar con sus juguetes.

Odalys cumplirá el 28 de mayo 29 años de edad. Es profesional en Comunicación Social. Se dedicaba a la organización de eventos sociales y la pastelería. Con ese emprendimiento sustentaba su hogar conformado por su hijo y ella.

Hoy el departamento de la joven madre está vacío. Se respira tristeza. Sus mascotas, dos gatos, una tortuga, y sus peces esperan por ella y su hijo. Sus padres y hermanos lloran cada día su ausencia y aún tienen la esperanza de encontrarla con vida.

LA RAZÓN

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