El Defensor del Pueblo, Pedro Callisaya, y el Jefe de la Misión del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Antonio Menéndez de Zubillaga, sostuvieron este viernes una reunión técnica para fortalecer las capacidades y el potencial de la institución defensorial.
Menéndez indicó que es muy importante para las dos instituciones trabajar en varios temas como la defensa de los derechos de las personas privadas de libertad, casos particulares en la lucha contra la discriminación y racismo o la defensa de las víctimas de vulneración de sus derechos.
Destacó que la Defensoría del Pueblo tiene la capacidad de abogar por la ciudadanía y el uso de su influencia en la construcción de políticas públicas y marcos jurídicos referidos a la protección y al respeto de los derechos humanos.
“En toda la Defensoría, de la comunidad internacional y de las Naciones Unidas, los derechos humanos ocupan un lugar central, entonces, sin duda el poder colaborar con la Defensoría es la manera más fácil para hacer sostenible una mayor protección para los derechos humanos”, remarcó Menéndez, según un reporte de prensa.
De acuerdo con el jefe de la Misión del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas la línea que marcará la gestión del Defensor del Pueblo (Pedro Callisaya) es abrir aún más las puertas de la institución, para estar más en contacto con la gente y ganar la confianza de la población para que la Defensoría, que ya tenía un valor agregado tanto a nivel estratégico, político y a nivel comunitario, lo siga manteniendo y reforzando.
En la reunión, ambas autoridades destacaron las recientes gestiones de la institución defensorial en el caso del indígena del norte paceño Miguel Supa, que a nivel internacional tuvo repercusión.
Supa, un indígena tacana, fue detenido ilegalmente en Apolo. Sin identificación, fue trasladado al penal de San Pedro de La Paz, 250 kilómetros lejos de su hogar.
Fuente: Agencia Boliviana de Información (ABI)