La ciudad de Santa Cruz está dividida y los grupos contra el paro cívico y los que lo mantienen amenazan con colisionar de forma violenta este sábado en el Plan Tres Mil, en el sur de la ciudad.
La ciudadela Andrés Ibáñez, de 300 mil habitantes y 16 mercados de abasto, popularmente conocida como Plan Tres Mil, desafió el paro cívico desde su inicio con el desarrollo normal de sus actividades económicas.
Las organizaciones sociales y los grupos paramilitares de la institucionalidad cívica convocaron para hoy a cabildos que casi coinciden en el horario y que los separará escasas cuadras uno del otro.L
as concentraciones convocadas, en el día 22 de la medida, y pocas horas de un cabildo cívico que decidirá si la medida continúa, sucederán después de la violenta jornada de ayer en la que se atacó e incendió la sede campesina, se destruyó las instalaciones de la central Obrera Regional y se hostigaron oficinas estatales y privadas.
Las organizaciones sociales, de gremiales, campesinos y transportistas, informaron que su cabildo iniciará a las 17.00 en defensa del gobierno de Luis Arce, la democracia y el derecho a la libre circulación.
El lugar de la concentración es el emblemático Obelisco de la Rotonda del Plan Tres Mil.
La otra convocatoria, que se perfila violenta, en el mismo barrio, en la zona de la Campana, muy cerca del Obelisco, será a las 19.00 y tiene por finalidad exigir “si o si censo 2023”.
El presidente del Estado, Luis Arce, fijó la madrugada de este sábado la fecha del Censo de Población y Vivienda para el 23 de marzo de 2024 y la redistribución de recursos se dará en septiembre del mismo año.
“Y uno de los resultados más importantes es que hasta septiembre de 2024, mes aniversario de Santa Cruz, los recursos por coparticipación serán distribuidos”, anunció el jefe de Estado en un mensaje a la nación.
Violencia
Ayer viernes, la ciudad experimentó, con detonaciones de miles petardos del primer al quinto anillo, y estridentes ruidos de sirenas de ambulancias, un verdadero estado de terror.
Una marcha, que se perfilaba pacífica, con banderas blancas de paz, fue atacaba violentamente por grupos de choque cuando sus dirigentes iniciaban los discursos al pie del emblemático monumento al Chiriguano.
La movilización de organizaciones sociales, multitudinaria, fue convocada para pedir que cese el paro, que cumplió ayer 21 días, y recorrió puntos de bloqueo solitarios sin mayores incidentes.
Grupos afines a la institucionalidad cívica, perfectamente organizados en vehículos y motocicletas, llegaron al segundo anillo y atacaron a los marchistas.
Los grupos paramilitares, que dispersaron la movilización social con escasa resistencia, se dirigieron inmediatamente a la sede campesina e iniciaron el asedio.
La fuerza pública resistió el ataque pero fue derrotada al intentar, por casi cuatro horas, impedir la toma de las instalaciones, ubicada en el centro mismo de la ciudad.
Los grupos violentos fueron armados con bombas incendiarias caseras, correas con clavos, bates de beisbol y algunos con machetes.
Fue también un ataque perfectamente coordinado de esquema militar, con relevos, que rebasaron a la experimentada policía antidisturbios e incendiaron, como lo hicieron en noviembre de 2019, las instalaciones de la Federación de Campesinos del departamento.
Sin resguardo policial, la sede campesina fue devorada por el fuego. Los movilizados violentos impidieron el tránsito de bomberos y ambulancias.
La fuerza pública se replegó a sus instalaciones y la ciudadanía cerró comercios, puertas y ventanas ante rumores de más violencia.
Afines a Fernando Camacho difundieron mensajes de miedo: «Instamos a la población a reforzar sus bloqueos y prepararse con palos y piedras para defenderse. Los masistas están destrozando propiedades privadas y robando objetos».
Fuente: Agencia Boliviana de Información (ABI)