El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, informó que se trabaja en un proyecto normativo que convierta a todos los centros penitenciarios de Bolivia en espacios productivos y que permita a los privados de libertad que su labor sea remunerada por parte del Estado.
La autoridad indicó que esta normativa pretende mejorar las condiciones de vida de las personas que habitan en los centros de rehabilitación en el país. Dijo que desea generar una “verdadera” reinserción social en ellos.
“Nos encontramos trabajando en un proyecto normativo que permita a las personas privadas de libertad estar en tareas productivas y que parte de la apropiación de su fuerza de trabajo por parte del Estado sea remunerada a las personas privadas de libertad”, indicó la autoridad.
La autoridad indicó que esta normativa logrará que las personas que cumplan penas de prisión “no se vayan con los bolsillos vacíos, sino que se vayan con pequeños ahorros que el día de mañana les permita rediseñar su vida”.
El dinero que se generará en los centros productivos será destinado para sustentar los gastos de los penales y para que los internos generen sus recursos propios.
Por tal razón, los 46 centros penitenciarios, 20 en las ciudades capitales y 26 provinciales, del territorio boliviano ya están siendo dotados de equipamiento para las áreas productivas, como hornos industriales, y están ampliando sus espacios de carpintería y artesanías, entre otros. Se les otorga además los insumos correspondientes.
La propuesta se enmarca en algunos avances en ese sentido, tal como sucedió con el penal de San Pedro en la ciudad de La Paz, que el 13 de abril recibió un área de panadería y la ampliación del sector de carpintería.
San Pedro, por ejemplo, tiene más de 2.700 personas privadas de libertad que consumen un promedio de 2.900 panes. Con la entrega del horno se espera producir alrededor de 4.000 panes a diario, que serán distribuidos de manera interna y el excedente será comercializado.
Del Castillo consideró que la entrega de maquinaria e insumos no es una política suficiente, sin embargo es el primer elemento de cambio en las cárceles.
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Generará motivación
En palabras del director general de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, la norma generará, entre otras cosas, motivación y voluntad de cambio en los privados de libertad.
“Éste es un llamado de los privados de libertad que quieren oportunidades de estudio y trabajo (…) La única manera de demostrar a la sociedad que sigue estigmatizando el tema penitenciario es justamente con este trabajo”, declaró Limpias.
Por el momento no se conocen más detalles de la normativa en la que trabaja el Ministerio de Gobierno y la dirección de Régimen Penitenciario.
“Desde que iniciamos nuestra gestión hemos tomado la decisión de convertir las cárceles en centros productivos (…) Vamos a cambiar las cárceles en la presente gestión”, enfatizó el titular de Gobierno.
Las exposiciones
Durante este tiempo, los privados de libertad de los centros penitenciarios organizaron ferias en varias ciudades para ofertar los trabajos manuales que elaboran, entre ellos barquitos, portarretratos, joyeros y juguetes de madera. Así también bordados en crochet, mantas, chompas, bolsos, manualidades y otros.
Muchos de estos productos son elaborados por especialistas, como los internos del establecimiento penitenciario de Villa Busch en el departamento de Pando, quienes reciben certificados de competencia luego de sus capacitaciones en los rubros de carpintería, artesanía, horticultura o gastronomía.
Ayer, la Unidad Productiva de Chonchocoro expuso sus productos en las Ferias de Mil Colores desde las 08.30 en El Prado paceño.
Fuente: Ahora el Pueblo