Conspiración

El exgeneral, detenido tras la asonada militar, hizo estas declaraciones en una entrevista con ERBOL El excomandante del Ejército, Juan José Zúñiga, ha manifestado su predisposición a declarar ante la Fiscalía sobre lo que asegura conocer acerca de la llegada de extranjeros expertos en informática a Bolivia. Según sus declaraciones en una entrevista con la emisora ERBOL el martes, antes de ser sancionado por hablar con medios desde la cárcel de El Abra, la misión de estos extranjeros sería realizar tareas de inteligencia y control del Padrón Electoral para favorecer al actual Gobierno. “Todavía no voy a decir quiénes son, pero estoy en condiciones de declarar a la Fiscalía, no se puede ocultar: eran doce extranjeros expertos en informática, tenían que llegar equipos y ahí tenían dos misiones”, dijo el exgeneral en la mencionada entrevista con ERBOL. Según el testimonio de Zúñiga, las dos misiones de este grupo de extranjeros serían aportar material de inteligencia al gobierno y trabajar en el tema de las elecciones generales. De acuerdo con su relato, Fernando Rodríguez Ureña –presunto asesor del presidente Luis Arce– lo habría llevado a una reunión donde estaban alrededor de doce extranjeros (incluyendo dos mujeres), además de funcionarios como el director de la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (Agetic), Vladimir Terán. Se intentó contactar al señor Terán para obtener su versión de estos hechos, pero no se recibió respuesta hasta el momento. (Intento de corroboración) Zúñiga recordó que en la reunión se reconocía un desgaste del Gobierno, pero existía la necesidad de permanecer una gestión más en el poder. Según sus palabras, esto se debía a dos razones: concretar el negocio del litio con países extranjeros y evitar una persecución a la familia del mandatario. En este contexto, Zúñiga señaló que alguien en la reunión poseía la base de datos del Padrón Electoral. En una carta enviada a un medio mexicano cuya identidad aún no ha sido confirmada por este medio, Zúñiga habría complementado que el “grupo secreto de hackers llegó a Bolivia con el objetivo de vigilar a opositores, controlar el padrón electoral y manipular las elecciones, todo para consolidar un fraude”. Se está intentando verificar la autenticidad y el contenido exacto de esta carta. (Mención de la necesidad de verificación) El exgeneral alertó que los detractores del Gobierno deberían tomar medidas para evitar esta situación, ya que, según su perspectiva, el oficialismo requeriría poco apoyo para simular una victoria electoral. Implica a un viceministro en presunta trama de armamento En su testimonio, Zúñiga también enfatizó que los asesores Hugo Moldiz y Fernando Rodríguez eran los encargados de planificar “lo sucio” desde una oficina ubicada frente a la Alianza Francesa en La Paz. Según su relato, este grupo habría planificado actividades para perjudicar a expresidentes y exministros. Zúñiga recordó una reunión de este grupo con el viceministro de Coordinación con Movimientos Sociales, Juan Villca. Según el excomandante, en esa reunión se le preguntó a Villca cuánta gente tenía disponible para armar un grupo paramilitar. Siempre según el relato de Zúñiga, los asesores requerían una fuerza bajo su control por desconfianza hacia los militares. Se intentó contactar al viceministro Villca para obtener su comentario sobre estas acusaciones, sin éxito hasta el momento. (Intento de corroboración) “Y le dice: ‘¿Cuánto de gente dispones? Y el señor dice: ‘mil’. Mil combatientes para defender al gobierno, el otro creo que tenía 500, total 1.500 más o menos”, afirmó Zúñiga. El exgeneral aseveró que le pidieron proveer las armas para este presunto grupo paramilitar, pero él se negó, a pesar de la insistencia y los intentos de convencerlo con el argumento de que debería ser un “militar progresista, diferente”. “Querían que yo sea el comandante, que defendiera el gobierno con tropas paramilitares”, recordó Zúñiga. Ante su negativa, Zúñiga dijo que el grupo de asesores se reunió con un extranjero en un hotel de la zona Sur, donde hicieron un pedido de 5 mil fusiles AK-47 y munición. Al implementar estas sugerencias, el texto mantiene la información proporcionada por la fuente, pero enfatiza que se trata de declaraciones y busca elementos que puedan aumentar la transparencia y permitir al lector evaluar la credibilidad de la información presentada. Vía: Erbol