Informe del Presidente de Bolivia Luis Arce al cumplir dos años de Gestión (texto completo)
Plurinacional. – INFORME DEL PRESIDENTE DEL ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA, LUIS ARCE CATACORA, EN LA ASAMBLEA LEGISLATIVA, AL CUMPLIRSE DOS AÑOS DE GESTIÓN, EL 8 DE NOVIEMBRE DE 2022. Muchas gracias, muy buenos días a todas y todos. Hoy cumpliendo dos años de gestión de Gobierno voy a proceder a elevar el informe a nuestra Asamblea Legislativa Plurinacional de este año último de gestión. Hermanas y hermanos bolivianos, queridos compatriotas, por segundo año nos presentamos ante la Asamblea Legislativa Plurinacional y ante el pueblo boliviano, para presentar al país nuestro informe con todos los logros y resultados alcanzados producto de la gestión de Gobierno, que emprendimos desde el 8 de noviembre de 2020 Ya pasaron dos años que incansablemente trabajamos por la Reconstrucción de nuestro Estado no sólo por los efectos económicos y sociales que dejó la pandemia, sino también por las nefastas consecuencias de la irrupción del orden democrático y constitucional suscitado en noviembre de 2019. Un primer desafío fue sin duda alguna, recuperar la democracia en incertidumbre, y lo hemos hecho a través del mejor de los instrumentos en democracia, el voto del pueblo, hemos logrado un contundente 55%, agradecemos la confianza y asumimos el mandato del pueblo boliviano; Asumimos con humildad el mandato del pueblo de retomar el rumbo hacia la certidumbre, hacia el desarrollo y al crecimiento económico con justicia social. Un segundo gran desafío, fue contener y parar la pandemia, nos ha tocado lidiar con 4 olas, pero las hemos encarado, sin enclaustramientos ni cuarentenas económicas, y con la tasa de mortalidad más baja de la región y sobre todo con arduo trabajo transparente. El tercer gran desafío, ha sido la reconstrucción de nuestra economía y la consolidación de nuestro Modelo Económico Social Comunitario Productivo, para retomar la senda de la estabilidad, el desarrollo y el crecimiento económico con justicia social; avanzamos a paso firme en ese cometido. Es un arduo camino el que venimos recorriendo hermanos y hermanas, pero una vez más hemos salido airosos ante los desafíos y obstáculos impuestos, principalmente aquellos derivados de la crisis externa y los intentos desestabilizadores internos. Bolivianas y bolivianos tienen que estar seguros que jamás permitiremos la toma del poder por la fuerza y volver a rifar nuestros recursos naturales. Tenemos la completa certeza de que el respaldo de nuestro pueblo es amplio, nuestro pueblo es sabio y reconoce un Gobierno Nacional patriota que busca el bienestar nacional, por encima de intereses sectarios o regionales. Sabemos también que la confianza del pueblo esta enraizada en sus corazones, porque han visto y vivido en carne propia las mejoras que ha tenido nuestro país y las condiciones de vida de las familias bolivianas, producto de la implementación de nuestro Modelo Económico Social Comunitario Productivo, el cual ha dado importantes resultados a nuestro país y nos ha permitido dar grandes avances en materia económica y social. También hace un año hemos aprobamos nuestro Plan de Desarrollo Económico y Social PDES 2021-2025 “Reconstruyendo la Economía para Vivir Bien, Hacia la Industrialización con Sustitución de Importaciones”, que establece los 10 Ejes Estratégicos para la priorización y focalización de las políticas públicas en todo el territorio nacional. De esta forma, hermanas y hermanos, tenemos dos instrumentos fundamentales para alcanzar las metas del Bicentenario; el modelo económico y social, y una agenda de desarrollo integral. Todos aquellos factores esenciales que hace a la estabilidad, la correcta gobernabilidad y la necesaria convivencia social pacífica se habían desordenado profundamente. Entonces, allí teníamos todos una tarea descomunal, reconstruirlo. Sabemos que estamos yendo por el camino correcto porque dejamos atrás el odio y la discriminación y vemos hacia adelante a un país que ve a su diversidad como su principal fortaleza, que sabemos administrar de manera soberana nuestros recursos naturales y buscamos el bienestar de la totalidad de población y me complace saber que desde afuera de nuestras fronteras también nos ven de esa forma, como un país unido, digno, soberano y referente indiscutible en el crecimiento económico de la región. Con esperanza y a paso firme estamos reconstruyendo nuestra economía. A nivel internacional, las principales economías del mundo se encuentran atravesando una etapa de incertidumbre e inestabilidad que derivan en una contracción de su actividad económica, producto del impacto que ha conllevado la pandemia por COVID-19 y un encarecimiento de diversos productos y servicios, incluidos los alimentos y la energía que repercuten en un incremento de precios a escala mundial. Durante la presente gestión, el mundo y principalmente las economías desarrolladas han venido experimentando presiones inflacionarias que no se veían en más de 30 ó 40 años y que tienen efectos directos en el desempeño económico. Sabemos que el incremento de los precios repercute de forma más agresiva en los sectores más vulnerables de la población y en las áreas con mayor pobreza, por lo que, este escenario de inflación mundial está generando lamentables retrocesos en el ámbito social, desigualdad y en la seguridad alimentaria. Los precios internacionales de los alimentos y los fertilizantes, que tienen una relación directa en la producción de alimentos, se vienen incrementando de manera sostenida y en algún momento se puso en duda su provisión poniendo en un altísimo riesgo la alimentación de la humanidad, especialmente de los más pobres. Ante estas perspectivas y de manera deliberadamente ortodoxa, las grandes economías vienen aplicando incrementos en las tasas de interés con la expectativa de controlar la inflación, pero sin resultados; no obstante, a través de estas medidas si ha afectado a la recuperación económica mundial con un evidente riesgo de estanflación. De forma análoga, estos ajustes monetarios ocasionan también un incremento del costo de financiamiento, limitando sustancialmente las posibilidades de acceso a recursos externos para orientarlos a la recuperación de la economía mundial. En medio de este contexto, las perspectivas de crecimiento económico en todo el mundo fueron revisadas hacia la baja, mientras que las perspectivas de la inflación se reajustaron hacia el alza. Esto genera un dilema entre la estabilización de precios o la recuperación económica. Bolivia, a pesar del contexto