Austeridad, seguridad y renovación: las promesas en los cierres de precampañas presidenciales en México
La candidata oficialista Claudia Sheinbaum y los opositores Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez cerraron sus precampañas presidenciales en México con actos masivos en los que se mostraron confiados en sus respectivos triunfos en las elecciones generales del próximo 2 de junio. A partir de este viernes, los comicios entrarán en un periodo de «intercampaña» que culminará al 29 de febrero, y durante el cual no podrán realizar actos proselitistas. Las campañas oficiales comenzarán el 1 de marzo y culminarán el 29 de mayo, cuatro días antes de que se lleven a cabo a cabo las elecciones más grandes en la historia de este país, ya que, además de la presidencia, están en juego ocho gubernaturas (Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán) y la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, 128 senadurías, 500 diputaciones federales, 31 congresos locales, 1.580 ayuntamientos, 16 alcaldías de la capital y 24 juntas municipales Sheinbaum y Gálvez llevan ventaja, ya que cumplieron con los 60 días que duró la precampaña que inició el pasado 20 de noviembre, e incluso comenzaron sus giras por el país desde dos meses antes, en calidad de representantes de las coaliciones que las postulan. Álvarez Máynez, en tanto, sólo protagonizó una precampaña de 10 días, ya que fue el candidato emergente del Movimiento Ciudadano luego de la inesperada y escandalosa renuncia de Samuel García, quien decidió permanecer como gobernador de Nuevo León para evitar que otros partidos opositores ocuparan el cargo de manera interina. Desde que comenzó la carrera presidencial, Sheinbaum, abanderada de la coalición oficialista Seguimos Haciendo Historia que integran los partidos Movimiento Regeneración Nacional (Morena), del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM), encabeza las encuestas con cifras que, en promedio, rondan el 50 % de intención de voto. Continuidad Gálvez, precandidata de la coalición conservadora Fuerza y Corazón por México, formada por los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), ocupa un lejano segundo lugar, con 20 puntos de distancia. Álvarez Máynez, por su parte, todavía no supera un dígito en las preferencias electorales. El multitudinario cierre de precampaña de Sheinbaum se realizó en el Monumento a la Revolución, en la Ciudad de México, y estuvo marcado por su reconciliación pública con el excanciller Marcelo Ebrard, quien fue su principal rival en la búsqueda por la postulación oficialista. Luego de denunciar fraude en las elecciones internas del oficialismo, durante meses incluso se especuló con la posibilidad de que Ebrard renunciaría a Morena y se postularía por el Movimiento Ciudadano, pero finalmente decidió acompañar a Sheinbaum. En su discurso ante miles de simpatizantes, la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México prometió continuar la obra iniciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, con eje en la austeridad. «(Mi Gobierno) mantendrá la austeridad republicana, no regresará el Estado Mayor Presidencial, no volverán las pensiones para expresidentes, no habrá gasolinazos ni aumentos a la luz y tampoco habrá condonación de impuestos a los grandes contribuyentes», afirmó tras pedirles a los ciudadanos que hagan realidad que, por primera vez en la historia, una mujer ocupe la presidencia. Cambio Gálvez optó por cerrar su precampaña en el estado de Guanajuato, en donde aseguró que, a diferencia de Sheinbaum, ninguno de los miles de asistentes iba «acarreado» (llevado a la fuerza), sino por voluntad propia. Al continuar su estrategia de atacar directamente a la precandidata oficialista, Gálvez afirmó que Sheinbaum mintió cuando responsabilizó al gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo de la inseguridad que hay en este estado. «Es falso, el actual presidente decidió darle abrazos a los delincuentes y balazos a los ciudadanos, no quiso enfrentar a la delincuencia, por eso Guanajuato está sufriendo, pero eso se va a acabar, porque yo sí voy a enfrentar a la delincuencia, tengan la certeza de que tengo las agallas para que ustedes vivan en paz», prometió. También aseguró que, cuando gane las elecciones, no culpará de la inseguridad a los expresidentes Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto o López Obrador, ya que se hará cargo de aplicar la fuerza del Estado. Álvarez Máynez, por su parte, cerró su breve precampaña en Nuevo León, el estado que es el bastión político del Movimiento Ciudadano, y en donde aseguró que su ingreso a la carrera electoral modificará por completo el escenario que hasta ahora estaba polarizado entre Sheinbaum y Gálvez. El dirigente de 38 años centró sus discursos en ofertas de renovación, con críticas a sus adversarias que representan a los partidos que han copado los cargos públicos en la historia del país. «La vieja política pensó que, sacando de la contienda a Samuel García, Movimiento Ciudadano no iba a estar en la boleta presidencial», dijo al presumir la fortaleza de este partido. «No conocen a la generación que por ningún motivo va a aceptar que regresemos al México del pasado», agregó mientras en el escenario lo acompañaban el excandidato presidencial y gobernador de Nuevo León; su esposa Mariana Rodríguez Cantú, precandidata a la alcaldía de Monterrey, la capital del estado; y el presidente de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, entre otros dirigentes. Fuente: RT