Reconstrucción

El Gobierno destina más de Bs 55 millones en la reconstrucción de tres puentes afectados por lluvias

12-03-2025 Informó que el presupuesto se destinará principalmente para reconstruir tres puentes, que están en diferentes regiones del país, y que fueron afectados por las recientes lluvias. Uno en la población de Llavini, que conecta a La Paz con Cochabamba; otro en Palcoco, en La Paz, y otro en Santa Bárbara, en el norte paceño. El ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, informó este miércoles que el Gobierno nacional aprobó el Decreto Supremo 5350, que establece que se disponga de recursos económicos del Tesoro General de la Nación (TGN), de un total de 55 millones de bolivianos. Informó que el presupuesto se destinará principalmente para reconstruir tres puentes, que están en diferentes regiones del país, y que fueron afectados por las recientes lluvias.  “En el gabinete de ministros, junto al presidente  Luis Arce, me autorizaron usar de emergencia, mediante el Decreto Supremo 5350, recursos económicos a través del Tesoro General del Estado, con los que vamos a afrontar estos graves incidentes que hemos tenido en la red vial fundamental, entre sectores principales”, afirmó la autoridad, en conferencia de prensa.   Precisó que en los tres sectores donde hay mayor afectación gastarán alrededor de 55 millones de bolivianos, que es un presupuesto aproximado y que el resultado final se emitirá luego de la evaluación de los técnicos.  “A nuestros usuarios informamos que por efectos climáticos se atendieron 443 emergencias en diferentes lugares, por mazamorra, caída de rocas. De los cuales mencionó que hay tres sectores críticos: en Llavini, entre las poblaciones de Parotani y Bombeo, donde la plataforma se cayó junto con un cisterna, para el cual requieren 21 días para trabajar con maquinaria pesada”, sostuvo. Según Montaño, para esta vía se requieren de 300 días para dar una solución definitiva. Los hidrólogos y geólogos están trabajando con la maquinaria, pero es necesario adjudicar estas obras”, dijo Montaño. Prosiguió e indicó que la segunda vía con mayor dificultad es el puente Palcoco, en La Paz, que conecta con Huarina y con todas las poblaciones que están en el lago Titicaca, donde un puente colapsó y se requieren 180 días para hacer reparaciones. Mientras tanto, se habilitará una vía alternativa. El tercer sector es en la ruta Santa Bárbara – Caranavi, en la población San Joaquín, donde colapsó también el puente y su construcción tomará 12 meses, mientras tanto, se hará una ruta alterna, que tomará habilitarla 45 días, actualmente por el camino habilitado sólo pueden pasar vehículos livianos. FUENTE : EJU

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Los líderes regionales piden la reconstrucción de la Unasur

Un bloque de líderes regionales con siete expresidentes a la cabeza pidió la reconstrucción de la Unasur, la Unión de Naciones Sudamericanas creada en 2008 por Néstor Kirchner, Hugo Chávez y Lula da Silva en la pelea por el lugar del sur en la disputa global. Este es uno de los primeros efectos de la victoria del petista y está dirigida a los doce presidentes de los países que integraron aquella invención. “A partir de enero del 2023 –dicen en la carta– tendremos en todos los países más grandes, sin ninguna excepción, gobiernos partidarios de retomar y fortalecer los procesos de integración. Es una oportunidad que no se puede dejar pasar. Juntos podemos hacer oír nuestra voz. Divididos nos invisibilizamos y no somos escuchados”. La integración, dicen, «hoy es más necesaria que nunca» para «aportar un bien en peligro: la paz». Esa es ahora la tarea, pero el tiempo corre. La carta lleva la firma de líderes de signo político distinto. Entre los expresidentes, firman Dilma Rouseff, Michele Bachelette y Ricardo Lagos por Chile, Ernesto Samper por Colombia, Eduardo Duhalde por Argentina; José Mujica por Uruguay y Rafael Correa por Ecuador. Esa señal bien amplia capaz de mostrar en una misma mesa a Correa y Samper es parte de la estrategia de amplitud alineada con el esquema que le permitió a Lula llegar a Planalto y es también una muestra de la preocupación por los efectos de la escala bélica europea en la postpandemia, como dice una y otra vez el texto, el saldo más de 50 millones de nuevos pobres en el sur del continente, la polarizacíon y el acecho de desintegración de las democracias. “Estimado presidente –comienza la carta–: Somos un grupo de expresidentes, cancilleres, ministros, parlamentarios e intelectuales sudamericanos que buscamos aportar a los desafíos del tiempo presente. Nos anima la necesidad de dejar atrás una historia de sueños rotos, promesas incumplidas y oportunidades perdidas”. Tres años de pandemia que azotan al mundo, la guerra de Rusia con Ucrania y la agudización de la disputa entre China y los Estados Unidos han creado un nuevo escenario internacional, con la globalización en crisis, al igual que “las viejas formas de integración asimétrica” en “una especie de caos global en el cual asoma incluso el riesgo de una tragedia producida por el armamento nuclear”. En ese escenario donde, admiten, “se requiere una intervención urgente de los organismos multilaterales”, no hay nadie: “Hoy día (esos organismos) están desgraciadamente debilitados y son a menudo impotentes”. Por eso, llaman a una reconstrucción no “melancólica” sino con autocríticas y orejas abiertas: “Nos asiste la convicción que este cuadro desolador no es inexorable. Nuestra región puede más. De a poco, el proceso de integración está reviviendo”. La carta no es sólo diagnóstico, tiene ejes programáticos, balance de lo que se hizo y lo que no se hizo bien. Estaba lista el día del ballotage en Brasil. Tiene detrás un intenso trabajo de investigación de más de seis meses. Entre sus impulsores está la mano del chileno Carlos Ominami; un texto final consensuado y elaborado a varias manos. Y entre las firmas, además de los siete exPresidentes, hay once de excancilleres, exministros, ex y actuales legisladores y académicos. Entre ellos, dos seres cercanos a Lula: el excanciller brasilero Celso Amorín y la propia Rousseff. Los destinatarios fueron Guillermo Lasso (Ecuador), Alberto Fernández (Argentina), Luis Arce (Bolivia), Lula da Silva (presidente electo de Brasil), Gabriel Boric (Chile), Gustavo Petro (Colombia), Irfaan Ali (Guyana), Mario Abdo Benítez (Paraguay), Pedro Castillo (Perú), Luis Lacalle Pou (Uruguay), Chan Santokhi (Surinam) y Nicolás Maduro (Venezuela). Actualmente, la Unasur sólo tiene a cinco de sus doce miembros originales. Quedó Bolivia, Venezuela, Perú, Suriman y Guyana. Entre 2018 y 2020 sufrió un desacople masivo detrás del ascenso y boicot de los gobiernos de derecha. Siete países renunciaron y denunciaron el Tratado Constitutivo suscripto en Brasilia en 2008 y aprobado en un tiempo récord de tres años por todos los parlamentos. No hay antecedentes de ese logro meteórico al que le pusieron el hombro los exPresidentes y que en tiempos normales pude demorar veinte años. El primer país que dejó el bloque fue Colombia. Pero Bolivia inició un llamado al diálogo de país a país que permitiría como primer paso activar el artículo 14 del Tratado para llamar al diálogo político y como segundo aplicar el artículo 21 de solución de controversias con una mesa en Naciones Unidas. Es una instancia abierta que puede ser una llave para pedir la nulidad de la salida colombiana y de las que siguieron. Pero aún es tema de análisis. El caso de Brasil y Argentina es distinto pero su resolución podría apurar la reconstrucción del bloque. Luego de la salida de Colombia, Jair Bolsonaro y Mauricio Macri también dejaron el Unasur. Ambas salidas son reclamadas como inconstitucionales. El Tratado Constitutivo obligaba, tanto a Brasil como a Argentina por sus legislaciones internas, a irse con acuerdo parlamentario. No lo hicieron. Bolsonaro dejó la Unasur con un decreto y Macri no usó ni siquiera decreto: mandó una carta. Hoy, eso alienta la chance de una revisión rápida de ambas salidas y del retorno. Según un experto, Argentina y Brasil sólo necesitan de una voluntad política. En el caso de Lula, se da casi por descontado. Y si él avanza, es posible que lo haga Alberto Fernández, quien hasta ahora pudo hacerlo, dijo que lo haría, pero siempre lo esquivó. Si ambos avanzan, el bloque podría volver a ser polo de atracción para el resto de los que se fueron. Lula asume la presidencia el 1 de enero. Tiene un frente interno complejo pero un viento externo desde una renovada Unasur podría oxigenarlo adentro. Argentina entra en escenario electoral, por eso hay apuro: la ventana está abierta, pero nadie sabe hasta cuándo. Destacados de la Carta: América del sur Es la zona «más golpeada por la pandemia y la crisis económica y social que siguió» con un panorama donde, priman, “la fragilidad de las estructuras productivas” y “el debilitamiento de las instituciones democráticas y la fragmentación política que impide levantar una voz común frente a

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