Tumor

José Mujica anuncia que tiene un tumor en el esófago

El expresidente de Uruguay José ‘Pepe’ Mujica (2010-2015) anunció este lunes que tiene un tumor en el esófago. En conferencia de prensa, el exmandatario dijo que se trata de «algo obviamente muy comprometido» y en su caso «doblemente complejo», porque padece una enfermedad inmulógica desde hace más de 20 años, que, entre otras cosas, ha afectado el funcionamiento de sus riñones. Mujica, de 88 años, señaló que esa situación, de su enfermedad inmunológica, le genera «obvias dificultades» para encarar un tratamiento de quimioterapia o cirugía; no obstante, indicó que «todo eso lo están evaluando los galenos, haciendo análisis celular», para ver «cómo sigue esta historia». «Yo les quiero transmitir que en mi vida más de una vez anduvo la parca rondando el catre. Pero me siguió pastoreando todos estos años. Seguramente que, por obvias razones, esta vez me parece que vengo con la guadaña en ristre. Y veremos lo que pasa«, expresó el mandatario respecto a la reciente noticia. Continuar «militando» Sin embargo, el expresidente manifestó que continuará «militando» mientras pueda junto a sus compañeros y manteniéndose «fiel» a su forma de pensar. Aseguró, asimismo, que permanecerá trabajando en su granja. «Entretenido con mis verduras y con mis gallinas, porque no se cambia de matungo al final del río. Siempre he sido un terrón con patas y amo a la tierra. Y mientras el rollo aguante, voy a estar», enfatizó. Durante la conferencia de prensa, aprovechó la ocasión para enviar un mensaje «a las pibas y pibes» (jóvenes) de Uruguay. «La vida es hermosa, y se gasta, se va. Y el quid de la cuestión de triunfar en la vida es volver a empezar cada vez que uno cae. Y que, si hay bronca, que la transformen en esperanza; y que luchen por el amor, no se dejen engatusar por el odio. Si los llega a atrapar la droga, no se queden solos, nadie se salva solo. Pidan colaboración, luchen. La única libertad que existe está en la cabeza y se llama voluntad. Y si no la utilizamos, no somos libres. Esto hay que entenderlo», continuó. «La vida es tan hermosa que no tiene sentido que la sacrifiquen por estupideces, sencillamente», agregó en su alocución. «Por lo demás, estoy agradecido. Y al fin y al cabo, que me quiten lo bailado«, concluyó el exmandatario. Fuente: RT

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La extraordinaria operación con la que unos médicos quemaron el tumor de un bebé en el útero para salvarle la vida

«Escogimos ‘Ragnar’, el nombre de un guerrero incluso antes de saber que iba a tener que pasar por tanto», dice la periodista de 34 años Polyana Resende Brant, después de haber dado a luz a su primer hijo el 18 de mayo. Al llegar al segundo trimestre de su embarazo, los exámenes comenzaron a dar indicios de la presencia de un tumor en la región del pecho del bebé. Era una condición rara, llamada secuestro pulmonar, en la que hay una masa que parece un pulmón, al cual le suministran sangre los vasos sanguíneos pero no tiene ninguna función específica. «A pesar de que ese tumor no es maligno, es decir, no es un cáncer, estaba creciendo y comprimiendo los órganos del bebé, además de robar parte de la sangre del cuerpo y causar que se deposite agua en la región del pulmón», dice Danielle do Brasil, médica cirujana especializada en cirugía fetal en el Hospital Santa Lucía de Brasilia. Allí recibió el caso luego de que Polyana hubiera buscado obstetras que se encargaran de casos de alto riesgo. Los médicos le advirtieron a Polyana que si el embarazo continuaba sin ningún tipo de medidas quirúrgicas, su hijo no sobreviviría. Y aún si daba a luz de emergencia, Ragnar, quien apenas tenía 29 semanas de gestación, una edad considerada extremadamente prematura, podría morir también. «Fue desesperante. Tenía que mantener la fe y buscar los mejores especialistas. Tenemos que valorar la ciencia y saber que puede ir de la mano de la fe. Es lo que mi esposo, quien estuvo a mi lado durante todos los procedimientos, y yo hicimos», dice la madre. Como lo explicó la cirujana Danielle do Brasil, que también es especialista en casos de alto riesgo en el King’s College de Londres, la literatura médica establece que para un caso como el de Ragnar había que cauterizar uno de los vasos que distribuía sangre al tumor. «Así que, con una aguja gruesa que contiene fibra láser dentro, podemos cauterizar ese vaso, la masa muere y luego es absorbida por el cuerpo. La idea era también remover el fluido del pecho para ayudar que los pulmones se expandieran», explica. Polyana buscó otras opiniones, pero luego de escuchar a distintos expertos, accedió a la cirugía. «Habíamos quemado el vaso perfectamente, y todo el equipo estaba bastante satisfecho. Pero desafortunadamente, después de 10 días, el tiempo que usualmente esperamos para ver si la técnica ofrecía beneficios, encontramos que la circulación del tumor había tomado otro camino, haciendo que la masa volviera a crecer e incrementando el fluido en el pecho», dijo la médica. El procedimiento sin precedentes La cirujana dice que fue difícil compartir la noticia con los padres. «Ya habían oído de parte nuestra y de otros doctores que una segunda cirugía podría ser necesaria, pero las expectativas eran altas. Piensa en una pareja que imaginó durante una buena parte de su embarazo que su bebé podría morir». «Pero de las dificultades nació la creatividad», dice Danielle do Brasil. El equipo decidió intentar no quemar un nuevo vaso sino que, mediante la misma técnica, destruir el tumor entero. Polyana y su esposo aceptaron hacer el intento. «Hice todos los procedimientos con una sonrisa en la cara, tal como lo muestran las fotos, por tener la oportunidad para salvar a mi hijo. De alguna manera, cuando te conviertes en madre, nace una fuerza colosal». La segunda intervención duró dos horas y media. «Fue la más difícil de mi vida. En una cirugía fetal, no siempre sabemos los pasos de todo lo que va a ocurrir, no siempre tenemos claridad de lo que hay adentro. Tenía un objetivo móvil, que era el tumor, dentro de otro objetivo móvil, que era el líquido amniótico, y estaba tratando de alcanzar la masa con algo que no se podía mover: mi aguja», dice la cirujana, quien operó con la ayuda de la doctora Juliana Rezende, doctores residentes, el equipo de enfermeras y de anestesia. Esta vez, el tumor no volvió a crecer, y Ragnar nació al término del embarazo, el 18 de mayo. La primera radiografía que se tomó luego de su nacimiento no mostró señales del tumor. «En tres meses, haremos una tomografía de pecho, un examen más completo. Nuestra expectativa es encontrar áreas con fibrosis debido a la cicatrización del tumor destruido. Y por supuesto que este bebé no necesite más cirugías», dice la médico. Ahora, el equipo está recopilando los materiales de los procedimientos para enviar el reporte del caso a algunas revistas médicas para compartir la experiencia a la comunidad médica a nivel mundial. Fuente: BBC

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