Fitch Ratings rebaja calificación de Bolivia a ‘B-‘; el Gobierno dice que no considera la estabilidad económica y el actual contexto

La calificadora internacional Fitch Ratings rebajó las calificaciones de incumplimiento de emisor (IDR) de largo plazo en moneda extranjera y moneda local de Bolivia a ‘B-‘ de ‘B’ y revisó la perspectiva de la calificación a Negativa de Estable.

“La rebaja de la calificación de Bolivia a ‘B-’ desde ‘B’ refleja el agotamiento de sus reservas de liquidez externa, lo que, a la luz de una vinculación monetaria ha aumentado en gran medida la incertidumbre a corto plazo y los riesgos macroeconómicos. La continua caída de las reservas internacionales a niveles bajos las ha vuelto vulnerables al riesgo de un shock de confianza, que se ha materializado en las últimas semanas. Se ha perdido el acceso al mercado de bonos externos y no hay perspectivas concretas de apoyo a gran escala de los acreedores oficiales”, dice el reporte de la calificadora internacional.

Según el comunicado de la calificadora, esta decisión se debe a elementos como el déficit fiscal, la caída de las Reservas Internacionales e incertidumbre en torno a la capacidad de las autoridades para gestionar esta situación.

Recordó que Bolivia tenía 15.100 millones de dólares en Reservas Internacionales en 2014  y que ese monto se rebajó a 3.500 millones en febrero de 2023.

La respuesta del Gobierno

Inmediatamente después, el Ministerio de Economía sacó un comunicado en sus redes sociales y afirmó que la calificación de Fitch Ratings no considera la estabilidad económica lograda luego de la pandemia Covid-19 y el actual contexto adverso.

“En su evaluación, la calificadora no tomó en cuenta el contexto de crisis internacional en medio del cual Bolivia mantiene la estabilidad económica, una inflación controlada y la fortaleza de su moneda con la “bolivianización”, sin embargo, Fitch reconoce la reducción del déficit fiscal de 12,7%, en 2020, a 7,2%, en 2022”, señala el Ministerio.

El Ministerio de Economía y Finanzas Públicas informó que si bien la calificadora Fitch Ratings revisó la calificación de riesgo de Bolivia a B- bajo el argumento de la variación de las Reservas Internacionales Netas (RIN), esta evaluación no consideró las fortalezas de la economía boliviana como la estabilidad económica que se logró luego de la pandemia Covid-19 y la actual incertidumbre de la economía a nivel global.

“La inflación más baja de la región y estabilidad de precios, el récord de exportaciones, altas recaudaciones tributarias, crecimiento del PIB del 4,3% al tercer trimestre de 2022, entre otros, son los indicadores de la estabilidad de la economía boliviana”, señala el Ministerio.

Asimismo, señala que la variación de la calificación de Fitch Ratings menciona el movimiento de las RIN, no obstante, el Ministerio afirma que de acuerdo con el Programa Fiscal Financiero 2023, las RIN presentarán una variación positiva respecto a 2022, por los siguientes factores:

  • El incremento de las exportaciones de productos como la urea, carbonato de litio, hierro, la sustitución de importaciones y la exportación de productos no tradicionales, además de la potencial exportación de energía eléctrica para el segundo semestre de 2023.
  • Los ingresos por desembolsos de préstamos para continuar el proceso de reactivación económica.
  • El apoyo al sector exportador y la prioridad para mantener recursos en la economía nacional.
  • El Proyecto de Norma: “Ley de Compra de Oro destinado al Fortalecimiento de las Reservas internacionales”.

Asimismo, siempre según el Ministerio de Economía, las exportaciones de Bolivia crecieron los últimos años hasta llegar a $us13.653 millones el año 2022, junto con las remesas que alcanzaron $us1.437 millones, cifras que representan la generación de divisas que ofrecen liquidez en dólares a la economía boliviana.

“En su evaluación, la calificadora no tomó en cuenta los elevados niveles de “bolivianización” (uso de la moneda nacional) de la economía en el sistema financiero, reflejando la confianza en el Boliviano y la solidez del sistema financiero, lo cual conlleva un menor grado de vulnerabilidad macroeconómica”, añade.

Fuente: Oxígeno