Después de que el Gobierno de Estados Unidos señalara que Bolivia no cumplió “con sus obligaciones” en la lucha contra el narcotráfico, el Gobierno nacional se pronunció y rechazó el informe; asimismo responsabilizó al Gobierno de facto de Jeanine Áñez de haberse “enlazado con el narcotráfico”.
La Cancillería en un comunicado enfatizó que «Bolivia rechaza el sesgado documento publicado por la Casa Blanca, que no valora los resultados obtenidos mediante metodologías propias basadas en evidencias y en colaboración con la UNODC y la Unión Europea, informes que son reconocidos por organismos multilaterales y que hacen un análisis equilibrado».
De acuerdo al ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, estas instancias internacionales están acreditadas en territorio nacional y con plena competencia para acompañar y monitorear el trabajo de las autoridades bolivianas”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, indicó ayer que Bolivia y Venezuela están en la lista de los 20 países que han fracasado en su lucha contra las drogas el último año. Y recomendó al presidente Luis Arce trabajar en ello.
De acuerdo con el último informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por su sigla en inglés), entre 2019 y 2020 la superficie cultivada de coca en territorio boliviano registró un incremento de 3.900 hectáreas, es decir de 25.500 a 29.400, lo que representa un incremento del 15%.
En esa línea, la Cancillería asegura que en el informe de la Casa Blanca hay “la manipulación de los datos que pretenden minimizar las políticas de erradicación propias ampliamente destacadas en espacios internacionales».
Por otro lado, Del Castillo denunció que la gestión 2019-2020 hubo un “golpe de Estado” y una desorganización, a los que atribuyó la reducción en la erradicación de cultivos de coca ilegales. “El 2020 hemos encontrado a un gobierno enlazado con el narcotráfico”.