Jerarcas de la Iglesia Católica rechazan la «ideología de género»

Jerarcas de la Iglesia Católica, a través de los Obispos de Bolivia, reunidos en la CXII Asamblea ordinaria, reiteraron este martes su “preocupación” por la situación de la educación boliviana, pidieron reformar la malla curricular y rechazaron lo que ellos llamaron, el “enfoque forzado de la ideología de género”, todo ello en oposición al pensamiento progresista del Papa Francisco.

“Expresamos nuestra preocupación por la situación de la Educación en Bolivia, que actualmente atraviesa una realidad conflictiva. Hay maestros y padres de familia en las calles levantando su voz de protesta ante las carencias de una educación que no refleja la realidad, ni las necesidades auténticas de nuestra sociedad. Más aún, se pide a nuestras autoridades – y nosotros, como Pastores del “pueblo de Dios”, nos sumamos a ese pedido – de que se revise y reforme la nueva malla curricular porque denota una falta de participación, escucha y diálogo, de los sectores involucrados”, señala el comunicado publicado por los Obispos.

En ese sentido, los jerarcas advierten que respecto a la implementación de una “educación sexual integral, sin un contexto adecuado” que produce “confusión y desorientación”.

“Creemos que es en el seno de la familia y la vivencia de sus valores donde debe educarse y desarrollarse este tema. Por ello rechazamos el enfoque forzado de la ideología de género”, señalan los Obispos.

Por ejemplo, en 2019, el Papa Francisco se detuvo para reflexionar sobre el «ambiente digital», que ha creado «una nueva forma de comunicar» y que «puede facilitar la circulación de información independiente». También asegura que «los jóvenes sienten con fuerza el llamado al amor, y sueñan encontrar la persona adecuada con quien formar una familia». Dios ha creado la sexualidad, que es un don, por lo que «nada de tabúes».

En la exhortación post-sinodal dedicada a los jóvenes, titulada «Christus vivit» («Cristo vive»), publicada el 2 de abril de 2019, el Pontífice recuerda a todos los jóvenes que «hay una salida» en todas las situaciones oscuras y dolorosas. Firmada el 25 de marzo en la Santa Casa de Loreto y dirigida a los «jóvenes y a todo el pueblo de Dios», en esta exhortación, compuesta por 9 capítulos divididos en 299 párrafos, el Obispo de Roma explica que se dejó inspirar «por la riqueza de las reflexiones y diálogos del Sínodo» de los jóvenes que se celebró en el Vaticano en 2018. Da indicaciones claras a la pastoral juvenil: no puede sino ser sinodal, es decir capaz de dar forma a un «caminar juntos»; e implica dos grandes líneas de acción: la búsqueda y el crecimiento. Debe ser «popular, más amplia y flexible, que estimule en los distintos lugares donde se mueven los jóvenes reales, esos liderazgos naturales y esos carismas que el Espíritu Santo ya ha sembrado entre ellos». No a la Iglesia en guerra perenne por dos o tres temas «que la obsesionan», reiteró.

Fuente: La Stampa, Abya Yala y Oxígeno

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