En París, en la 181 Sesión del Consejo Ejecutivo de la UNESCO del 29 de abril de 2009, ante el foro que integran 58 Estados, la UNESCO felicitó a Bolivia en virtud de su éxito en la batalla contra el analfabetismo con el método cubano “Yo sí puedo”.
Bolivia se declaró Territorio Libre de Analfabetismo el 20 de diciembre del 2008 con el apoyo de Cuba y Venezuela en el contexto de la cooperación Sur-Sur en materia de educación. En 33 meses más de 800 mil personas fueron enseñadas a leer y escribir; no solo en español, sino en lenguas aimara, quechua y guaraní.
El programa de alfabetización denominado “YO SÍ PUEDO”, una experiencia del gobierno cubano fue replicada en varios países de la región como es el caso de Ecuador, dentro de las políticas educativas locales, municipales o regionales.
En Venezuela, Nicaragua y Bolivia, el Programa de Alfabetización Yo sí Puedo, se implementó a lo largo y ancho del territorio de esos países. Bolivia comenzó con el programa a los pocos meses de haberse posesionado como presidente Evo Morales, alfabetización como una política estatal y gubernamental. En el año 2006, mientras Bolivia empezaba el proceso de alfabetización, Venezuela empezaba ya la segunda fase del programa que implicaba ecuaciones aritméticas y textos más complejos.

Antes del 2006, en Bolivia los censos de población identificaron un total de 823.256 personas analfabetas en el territorio, o sea el 13,7% de la población de más de 15 años. Con la determinación de las autoridades del Estado Plurinacional, el programa “Yo, sí puedo” se implementó de forma masiva en tres idiomas: español, quechua, y aimara. Al cabo de tres años, 819.417 personas pudieron alfabetizarse, entre las cuales 24.699 en aimara y 13.599 en quechua. El 20 de diciembre de 2008, Bolivia fue oficialmente
declarada territorio libre de analfabetismo. “La experiencia de Bolivia es ejemplar y seguramente animará a otros países a emprender iniciativas similares”, subrayó la UNESCO.
En total, entre 2006 y 2021, 826.805 personas, de ellas el 74% de mujeres, han sido alfabetizadas en Bolivia, contribuyendo así a la igualdad de género y a la erradicación de la extrema pobreza, en el marco del Programa Nacional de Alfabetización. Así, la tasa de analfabetismo pasó del 13.3% al 2.5%, cifra certificada por al Instituto Nacional de Estadística (INE).
La nueva Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia de 2009 estipula en el artículo 84 que es el deber del Estado y de la sociedad erradicar el analfabetismo mediante programas adaptados a la realidad cultural y lingüística de la población, reconociendo así los derechos de los pueblos indígenas a usar sus idiomas maternos en la educación.
Según la UNESCO, “el Plan Nacional de Alfabetización abrió la posibilidad de utilizar el alfabeto no sólo en español, sino también en aimara y quechua, dentro de un esfuerzo por proteger el patrimonio lingüístico y cultural de los pueblos indígenas, posibilitando el afianzamiento de su identidad.
El programa estuvo dirigido a quienes nunca tuvieron la oportunidad de aprender a leer y escribir por diferentes causas, que impidieron a que accedan a la educación y partió del reconocimiento de sus propios saberes, de aquí que podamos afirmar que el Programa “Yo sí puedo”, y en sintonía con Berlanga sostiene que “es posible desarrollar propuestas educativas con adultos que tengan como punto de partida a las personas en su estar siendo histórico y especifico, cuyo cometido sea la apropiación consciente en términos de re-conocimiento y valoración de su mundo de vida para re-significarlo en proyectos de vida buena”.
El método cubano, propuesto por la maestra Leonela Inés Relys Días (asesora académica del Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño de Cuba), combina letras y números: además, prioriza el desarrollo de las cuatro destrezas básicas y fundamentales del área de Lenguaje: escuchar, leer, observar y escribir. Como material de apoyo constan cartillas didácticas y 65 clases grabadas en video. El proceso de
enseñanza–aprendizaje está programado para 13 semanas. Cada clase dura 60 minutos que se dividen de la siguiente manera: 15 para motivación, 30 de tele clase y el tiempo restante para que el facilitador aclare dudas mediante la interacción grupal. El programa “Yo sí puedo” incorpora a educadores o maestros de las propias localidades y capacitar a facilitadores del lugar para conseguir el principal objetivo que es erradicar el analfabetismo de la población y mejorar sus condiciones de vida.
El propósito de esta ponencia, es compartir la experiencia boliviana de la alfabetización, desde una mirada más gubernamental y desde la propia experiencia de haber formado parte del gabinete del ministerio de educación, que en ese momento encaró tan preciado proyecto que culminó con éxito.
Redacción Abya Yala