Los municipios potosinos de Tupiza y Cotagaita, en Potosí, donde fueron hallados 66 guanacos, acordaron proteger el área donde se encuentran los camélidos, convirtiéndolo en parque municipal y el Gobierno trabajará en proyectos recíprocos con los pobladores y actividades cercanas para resguardar el sitio.
Luego del hallazgo, el Ministerio de Medio Ambiente realiza las conversaciones con ambos municipios para tomar acción con el fin de que el lugar sea parque municipal, área protegida municipal.
«A ello hay que reforzar, por eso nosotros estamos trabajando en un mecanismo jurídico que pueda proteger a esta especie en su territorio que más o menos se estima que sería de 34.000 kilómetros de superficie”, sostuvo el ministro de Medio Ambiente, Magín Herrera.
La autoridad explicó que montañas más abajo del lugar donde están los animales, existen algunos pobladores que se convertirán en los guardianes del área y para ello se trabajará con ellos en capacitaciones para que “se empoderen del valor genético, turístico y cultural de la especie”.
“Hemos recibido testimonios de que los guanacos han sido objeto de caza furtiva y da pena porque son un grupo reducido; hay que dar medidas de seguridad, capacitar a los guardaparques, hay que hacer una interacción muy fuerte con la gente que vive en el lugar. Lo importante es que tenemos el capital que es la especie, que tiene un valor invaluable, y hacer una gestión de proyectos”, sostuvo.
La región donde fueron hallados los camélidos es una zona húmeda, pero el sector específico es desértico porque que no existe focos o vertientes de agua, sin embargo, cercano al sitio existen algunas actividades artesanales en minería y otros, con los que se hará un inventario para trabajar en proyectos de beneficio recíproco, detalló Herrera.
“Es un conjunto de oportunidades que se viene para todos nosotros. El cuidado de la biodiversidad es política fundamental para el Estado, cuidarla es tarea de todos”, dijo.
Herrera confirmó, el pasado martes, el hallazgo de los ejemplares de la especie que estaba considerada en extinción en el país, por lo que a partir de ahora es “el tesoro más preciado en Bolivia”, dijo, y se realizarán estudios necesarios para preservar su supervivencia.
Fuente: ABI