El viceministerio de Defensa Civil comenzó a gestionar reuniones con los gobiernos locales para trabajar en planes de contingencia ante riesgos de terremoto.
Ante la alerta de sismos en Bolivia, el Observatorio San Calixto planteó la adopción de una cultura sísmica en el país porque se trata de un evento natural impredecible, pero si es posible prevenir y educar a la ciudadanía.
«No se puede predecir un sismo, no es una alineación de planetas, no son factores externos sino es un proceso natural que sucede, tenemos que socializar una cultura sísmica y saber qué hacer antes, durante y después de un terremoto porque así podemos saber que el terremoto es nuestro vecino», afirmó ayer el director del Observatorio San Calixto, Gonzalo Fernández, en una entrevista con radio Fides.
Bolivia no es un país aislado de eventos sísmicos como se estima. Diariamente se registran hasta tres sismos intermedios en los departamentos de La Paz, Oruro y Potosí con magnitudes menores a 4 grados que no son percibidas por la población.
Fernández explicó que los terremotos son eventos normales porque el movimiento de placas tectónicas debe liberar energía. Esta liberación puede ser moderada o puede ser fuerte.
El evento sísmico que marcó al país fue el registrado en Aiquile (Cochabamba) el 22 de mayo de 1998. Un terremoto de 6,6 grados dejó al menos 124 muertos y una parte del poblado destrozado.
El director del Observatorio San Calixto consideró que es probable que se repita un evento similar, pero no se puede predecir cuándo.
Ante esta situación, el viceministerio de Defensa Civil está gestionando reuniones con los gobiernos locales para delinear acciones frente a la posibilidad de que se registre un sismo.
Eju