Bolivia logró estabilidad, baja inflación y crecimiento económico, pese al contexto económico adverso por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y los efectos de la pandemia del Covid-19, destacó el ministro de Economía, Marcelo Montenegro.
El Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP) guía la policía económica que se asienta en pilares como la fuerte inversión pública, la redistribución de la riqueza y la industrialización para la sustitución de importaciones.
Montenegro evaluó este martes la “Gestión Económica 2022” y recordó que la economía mundial se ve enrarecida y perturbada por los efectos negativos de la guerra con alta inflación, inestabilidad de precios y alza de tasas de interés.
“Este factor generó y genera mucho malestar en el poder adquisitivo de los ciudadanos, disturbios, protestas sociales, e incluso llevó a renunciar a autoridades nacionales”, explicó en conferencia de prensa para destacar lo hecho en Bolivia.
Ante ese panorama, Bolivia llama la atención por alcanzar un nivel de inflación del 3,17%, la más baja de la región y una de las más bajas del mundo, mientras que tiene una tasa de crecimiento del 4,1% al segundo trimestre del presente año.
“Esto refleja que la economía boliviana está en una fase de recuperación, de reconstrucción, después de una caída de menos 9% en 2020 (durante el gobierno de facto de Jeanine Áñez), que no se vio en más de 40 años”, rememoró.
Según datos del Ministerio de Economía, producto de las medidas aplicadas por el Gobierno para reconstruir y reactivar el sector productivo, el país registró un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 6,1% en 2021.
Los sectores con mayor dinamismo fueron el transporte y almacenamiento, la actividad agropecuaria, establecimientos financieros e hidrocarburos.
Fuente: Agencia Boliviana de Información (ABI)