El presente Luis Arce afirmó este domingo que el Estado Plurinacional abrió un nuevo tiempo para Bolivia porque reconoce la pluralidad de todos por encima de las diferencias y que fue el resultado de la lucha del pueblo a lo largo de la historia y que contó con varios protagonistas desde Túpac Katari hasta Evo Morales.
“Hoy conmemoramos un año más del glorioso nacimiento de nuestro Estado Plurinacional de Bolivia que, a diferencia de la vieja República colonial, de ese Estado aparente y de jerarquías que tuvimos desde la fundación de Bolivia, nos reconoce y nos reúne a todas y todos en nuestra pluralidad; en nuestras semejanzas y diferencias”, afirmó en la parte inicial de su mensaje por los 14 años de fundación del Estado Plurinacional desde la Casa Grande del Pueblo, que se extendió por 50 minutos.
Arce señaló que “desde el 22 de enero de 2006 se abre un nuevo tiempo para el pueblo boliviano, el tiempo de nuestra Revolución Democrática y Cultural, del Proceso de Cambio que refundó el viejo Estado colonial y neoliberal, nacionalizó los recursos naturales estratégicos y redistribuyó la riqueza hasta ese momento concentrada en pocas manos”.
En un repaso histórico Arce refirió que la construcción del Estado Plurinacional se forjó desde los tiempos de Túpac Katari, pasando por Pablo Zárate Willka, Isidoro Belzu, Gualberto Villarroel, Marcelo Quiroga Santa Cruz y Evo Morales.
“La traumática presencia del imperio español en nuestras tierras, la explotación, el saqueo de nuestros recursos naturales y la exclusión, fueron forjando una conciencia que pronto se transformó en lucha de búsqueda de independencia, soberanía, dignidad y justicia social”, señaló Arce, electo en las elecciones de octubre de 2020 como más del 55,11% de respaldo.
En esa línea, recordó que a finales del siglo XVIII se produjo la rebelión indígena con Túpac Katari (1781) quien, junto a la “gran lideresa” Bartolina Sisa y de su hermana Gregoria Apaza, impulsó un cerco que se prolongó por más de 100 días, y que antes de ser descuartizado enunció una sentencia que hoy guía la revolución democrática y Cultural: “A mí solo me matarán…, pero mañana volveré y seré millones».
“El pensamiento de Túpac Katari, de Bartolina Sisa y de tantos guerreros y guerreras indígenas de nuestra tierra, que buscaban terminar con los abusos que había impuesto el imperio español guían hoy nuestros pasos en el esfuerzo de construir una sociedad descolonizada, más inclusiva y justa”, afirmó.
En la República colonial, dijo, las mayorías fueron excluidas política, social, cultural y económicamente, pero además sus derechos continuaron mutilados porque no eran considerados ciudadanos.
De acuerdo con Arce, la “sociedad se construyó sobre una farsa de democracia” porque “continuaron los privilegios, las jerarquías y las servidumbres”.
Y fue en ese escenario que, en 1843, nace el primer partido de masas dirigido por Manuel Isidoro Belzu, ese al que Arguedas refería despectivamente como el de “la plebe en acción”.
“Fue un tiempo en el que, por primera vez, los estratos populares de la nobel sociedad boliviana emergen como protagonistas políticos. Decía Belzu en el Congreso de 1855: ‘Las masas populares han hecho oír su voz y desempeñado su rol espontáneamente, han sofocado revoluciones y combatido por el gobierno Constitucional. La aparición de este poder formidable es un hecho social de innegable trascendencia’. Fue un breve y fecundo tiempo de reivindicaciones y construcción de conciencia popular”, destacó Arce.
El jefe de Estado también recordó la lucha de Pablo Zárate Willka, por la propiedad de la tierra frente a los abusos del Estado republicano. Citó la Proclama de Caracollo de 1899 en la que Willka pedía respeto recíproco en el trato entre blancos e indios.
También hizo mención a la Guerra del Chaco, tras el cual se abrió paso desde diversos sectores sociales y regiones.
Arce señaló que fue el “tiempo de un cambio ideológico” y lo expresó el general David Toro quien propuso implantar en Bolivia el “Socialismo de Estado” proponiendo “justicia social” y “reivindicación”.
Precisamente, a partir del gobierno de Toro se gesta la presencia del sindicalismo en Bolivia en la mirada de preservación de los derechos de los trabajadores. Fue Toro quien fundó Yacimiento Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y nacionalizó la Standard Oil Co., ante los hechos de defraudación fiscal de esa compañía.
Destacó el aporte en la construcción nacional popular del coronel Germán Busch. Su impulso al constitucionalismo social aprobado en 1938 y los cambios profundos y estructurales como son: la nacionalización del Banco Central de Bolivia; la nacionalización de las ganancias de la gran minería; la implementación del Código de Trabajo; la vinculación ferroviaria de Bolivia con Brasil y Argentina y la Constitución de fuerte carácter social de 1938
Arce indicó que el accionar de Germán Busch abonó el terreno que continuó labrando otro militar: Gualberto Villarroel apuntalando importantes cambios sociales en favor de las clases obreras y los indígenas.
De Villaroel destacó que el 10 de mayo de 1945 posibilita la celebración del Primer Congreso Indigenal que “marcó un hito en la historia del país”.
“Al presidente Villarroel también le debemos la abolición del pongueaje y mitaje. Sus palabras reverdecen hoy cuando decía en aquel tiempo: ‘Trabajen con entusiasmo la tierra, cumplan con su deber, pero no se humillen. Todos somos iguales, no debe haber pongos ni mittanis en Bolivia. El artículo quinto de la Constitución dice que en Bolivia no hay esclavos. No hay ninguna servidumbre y nadie puede ser obligado a prestar servicios personales sin antes convenir y sin que se le pague un justo salario’”, refirió el presidente.
Durante su discurso, seguido por un auditorio plural, Arce también hizo mención de la Tesis de Pulacayo que “marca otro hito en la construcción de una conciencia proletaria en el movimiento obrero”, al líder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz, comprometido con la democracia y la preservación innegociable de los recursos naturales, y artífice de la recuperación del gas y petróleo de la transnacional Gulf Oil Company.
Señaló también que las asimetrías económicas y sociales producidas por el modelo neoliberal, aplicados insensiblemente por los viejos actores de la partidocracia, generaron un retroceso en la lucha popular y social por un Estado más inclusivo y sin jerarquías, desencadenaron en movilizaciones cada vez más comprometidas con un cambio.
Ahí mencionó la “Marcha por la Vida”, la “Marcha por el territorio y la dignidad”, la Campaña 500 Años de Resistencia Indígena, la Guerra del Agua en el año 2000 y la Guerra por el Gas en 2003.
Fruto de esa lucha se consolidó la “Asamblea Constituyente y la Nacionalización de las empresas estratégicas configuraron una agenda que pedía un nuevo Estado, con mejor y más amplia representación política, con la presencia de los actores políticos históricamente invisibilizados, que eran la mayoría y las organizaciones políticas postergadas”, sostuvo.
En ese escenario, destacó “la fuerza del liderazgo del hermano Evo Morales” que “terminó constituyéndose en el eje aglutinador del movimiento popular para pasar de la resistencia a la toma del poder”.
“Nuestro hermano Evo, el 21 de enero de 2006, en una histórica ceremonia ancestral en Tiwanaku dijo: ‘aymaras, quechuas, mojeños, somos presidentes’, pues por primera vez en nuestra historia un indígena asumía la presidencia de nuestro país”, resaltó.
Fuente: ABi