2025

De la crisis al auge: el comercio electrónico clave del resurgimiento Venezolano

La economía de Venezuela superó los pronósticos con un crecimiento económico sin precedentes, impulsado por innovaciones en el comercio y el consumo. Nuevas estrategias financieras y el boom del comercio electrónico catapultan a Venezuela hacia un inesperado renacimiento económico. En medio de un panorama económico que parecía sombrío, Venezuela experimenta un sorprendente repunte en el consumo y el comercio, desafiando pronósticos y revitalizando su economía. Este fenómeno, que algunos expertos califican como un «milagro económico», está transformando el paisaje comercial del país y generando optimismo entre empresarios y consumidores por igual. La nueva cara del comercio venezolano El auge del consumo en Venezuela no es un espejismo. Según la Cámara Venezolana de Centros Comerciales (Cavececo), se proyecta un incremento significativo en las ventas antes de que finalice el año 20241. Este crecimiento no solo se limita a los grandes centros comerciales; pequeños negocios y emprendimientos también están experimentando un resurgimiento. Aarón Olmos, economista y especialista en criptomonedas, revela un dato sorprendente: «Hemos observado un incremento de entre 20% y 25% en las ventas, y esperamos que en diciembre el aumento sea aún mayor»1. Esta tendencia alcista no es un fenómeno aislado, sino el resultado de una combinación de factores que han creado un terreno fértil para el crecimiento económico. Innovación financiera: El motor del consumo Una de las claves de este resurgimiento es la innovación en los métodos de pago y financiamiento. La estrategia de «lleva ahora, paga después» ha ganado popularidad, con plataformas como Cashea liderando esta revolución crediticia1. Estas aplicaciones ofrecen a los consumidores la posibilidad de adquirir productos pagando inicialmente solo el 50% o menos del valor total, democratizando el acceso a bienes que antes parecían inalcanzables para muchos venezolanos. El impacto de estas nuevas modalidades de crédito es tangible. Carlos Jiménez, experto en tendencias de mercado, señala: «Hay una alta sensibilidad al precio, pero el consumidor está retomando la búsqueda de la calidad»3. Este equilibrio entre accesibilidad y calidad está redefiniendo los patrones de consumo en el país. Un crecimiento que desafía las expectativas El Producto Interno Bruto (PIB) de Venezuela ha mostrado un crecimiento sostenido durante 14 trimestres consecutivos1. En el segundo trimestre de 2024, el PIB registró un aumento superior al 8%, consolidando a Venezuela como uno de los países con mejores perspectivas de desarrollo económico en América Latina y el Caribe1. Este crecimiento no se limita al sector petrolero tradicional. La economía venezolana está diversificándose, con sectores como el procesamiento de alimentos y la producción farmacéutica mostrando signos positivos2. Esta diversificación es crucial para la sostenibilidad del crecimiento económico a largo plazo. El comercio electrónico: Un protagonista inesperado En el corazón de este renacimiento económico se encuentra el comercio electrónico. La Cámara Venezolana de Comercio Electrónico (Cavecom-e) estima que Venezuela cerrará 2024 con un crecimiento del 97% en los pagos electrónicos en comparación con el año anterior8. Este auge digital no solo está cambiando la forma en que los venezolanos compran, sino que también está creando nuevas oportunidades para emprendedores y pequeñas empresas. Richard Ujueta, presidente de Cavecom-e, destaca: «Año tras año se siguen sumando empresas a la fiesta del comercio»8. Esta «fiesta» no se limita a las grandes ciudades; el comercio electrónico está llevando oportunidades económicas a regiones antes marginadas del desarrollo comercial. Desafíos y oportunidades A pesar del optimismo, expertos como Luis Oliveros advierten sobre los desafíos pendientes: «Aún existen retos importantes, como las fallas en el acceso a servicios públicos y la posible reactivación de sanciones económicas»9. Estos obstáculos subrayan la necesidad de políticas económicas sostenibles y una gestión cuidadosa del crecimiento. Sin embargo, el panorama general sigue siendo alentador. La economista Tamara Herrera proyecta: «Venezuela crecerá cerca del 5% en 2024, mejor que en 2023. La pregunta es si podemos sostener ese número o mejorarlo en el 2025»9. Conclusión: Un futuro prometedor, pero cauteloso El boom del consumo y el comercio en Venezuela es una historia de resiliencia y adaptación. Desde innovaciones financieras hasta la revolución del comercio electrónico, el país está escribiendo un nuevo capítulo en su historia económica. Aunque los desafíos persisten, el optimismo es palpable en las calles y en los centros comerciales de Venezuela. Este renacimiento económico no solo está cambiando las cifras macroeconómicas; está transformando la vida cotidiana de los venezolanos, ofreciendo nuevas oportunidades y reavivando sueños que parecían perdidos. El futuro de Venezuela, aunque aún incierto, brilla con una luz de esperanza que no se veía hace años. Recuadros:

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Venezuela alcanza hitos históricos en autoabastecimiento alimentario

El país caribeño logra producir el 97% de los alimentos que consume, marcando un camino hacia la independencia agroalimentaria En menos de una década, Venezuela pasó de importar el 85% de sus alimentos a producir casi la totalidad de su consumo interno Venezuela está experimentando una transformación sin precedentes en su sector agrícola, logrando niveles de autoabastecimiento que marcan un antes y un después en la historia del país. Según datos oficiales, la nación caribeña ha alcanzado un 97% de abastecimiento con producción propia, un logro extraordinario considerando que hace apenas una década importaba el 85% de sus alimentos. El presidente Nicolás Maduro ha destacado que este avance significa que, por primera vez en 120 años, Venezuela produce prácticamente todo lo que consume. Este hito no solo representa un triunfo en términos de soberanía alimentaria, sino que también está generando un impacto positivo en la economía nacional y en la calidad de vida de los venezolanos. La transformación del sector agrícola se refleja en el crecimiento sostenido de la producción. Según la Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos y Afines (Sviaa), la producción de maíz, uno de los cultivos más emblemáticos del país, aumentará un 2,2% en 2024 respecto al año anterior, alcanzando 1.360.000 toneladas. Este incremento se debe en gran parte a la expansión de la superficie cultivada, que pasó de 310.000 hectáreas en 2023 a 350.000 hectáreas este año. El éxito no se limita al maíz. La producción de caña de azúcar experimentó un crecimiento del 26,5% en 2023, alcanzando 3.554.000 toneladas y logrando un 42% de autoabastecimiento. Por su parte, la producción de café aumentó un 36% en el mismo período, llegando a 896.000 quintales. AgroVenezuela Estos avances se enmarcan en una estrategia más amplia de desarrollo agrícola. La Gran Misión AgroVenezuela (GMA), iniciada en 2011, ha sido fundamental para revertir la dependencia de las importaciones. Gracias a esta iniciativa, el país ha logrado un crecimiento sostenido en la producción agropecuaria durante cinco años consecutivos. El impacto de este crecimiento va más allá de las cifras de producción. El sector agrícola se ha convertido en un importante motor de la economía, generando el 30% de los empleos en la población económicamente activa. Además, está contribuyendo significativamente al crecimiento económico general del país, que según proyecciones oficiales, alcanzará un 8% en 2024. La revolución agrícola venezolana también está teniendo un impacto positivo en la seguridad alimentaria de la población. Los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) están avanzando hacia la meta de distribuir productos 100% nacionales, fortaleciendo aún más la soberanía alimentaria del país. Diversificación Un aspecto destacable de este proceso de transformación es la diversificación de la producción agrícola. Venezuela no solo ha logrado aumentar la producción de cultivos tradicionales, sino que también ha expandido su cartera de productos. Por ejemplo, la producción pesquera y acuícola alcanzó 244.170 toneladas métricas en 2023, lo que representa un incremento del 13% respecto al año anterior. Este crecimiento en el sector pesquero no solo contribuye a la seguridad alimentaria, sino que también abre nuevas oportunidades de exportación para el país. El gobierno venezolano ha puesto especial énfasis en el desarrollo de tecnologías agrícolas avanzadas. En 2024, se registraron 40.000 hectáreas de maíz procesado con herramientas biotecnológicas, lo que demuestra el compromiso del país con la modernización del sector agrícola. Esta adopción de tecnologías de punta no solo aumenta la productividad, sino que también mejora la resistencia de los cultivos a plagas y condiciones climáticas adversas. Otro logro significativo ha sido el alcance del 100% de producción soberana en rubros esenciales como café, plátano, yuca, queso blanco, zanahoria, carne de res, pollo y cerdo. Este hito es particularmente importante ya que estos productos forman parte fundamental de la dieta venezolana. La autosuficiencia en estos rubros no solo garantiza la seguridad alimentaria, sino que también reduce la vulnerabilidad del país a las fluctuaciones de los precios internacionales de alimentos. El éxito de Venezuela en el sector agrícola también se refleja en su capacidad para enfrentar desafíos globales. A pesar de las disrupciones en las cadenas de suministro mundiales causadas por la pandemia de COVID-19 y otros factores geopolíticos, el país ha logrado mantener un suministro estable de alimentos para su población. Esta resiliencia demuestra la importancia de la soberanía alimentaria en tiempos de crisis global. Desarrollo La transformación agrícola de Venezuela también está teniendo un impacto positivo en el desarrollo rural. El aumento de la producción agrícola ha llevado a una revitalización de las comunidades rurales, frenando la migración hacia las ciudades y creando oportunidades económicas en áreas anteriormente marginadas. Este desarrollo equilibrado entre zonas urbanas y rurales es crucial para el crecimiento sostenible del país. Además, el gobierno venezolano ha implementado programas de capacitación y apoyo técnico para los agricultores. Estas iniciativas no solo mejoran las prácticas agrícolas, sino que también empoderan a los productores locales, permitiéndoles participar más activamente en la cadena de valor agrícola. Como resultado, se está creando una nueva generación de agricultores capacitados y comprometidos con el desarrollo del sector. El éxito en el sector agrícola también está impulsando otros sectores de la economía. La industria de procesamiento de alimentos, por ejemplo, está experimentando un crecimiento significativo, agregando valor a los productos agrícolas primarios y creando nuevas oportunidades de empleo en el sector manufacturero. A pesar de los desafíos que persisten, como la necesidad de mayor financiamiento y la mejora de la infraestructura, el sector agrícola venezolano muestra signos claros de recuperación y crecimiento. Con una proyección de alcanzar el 57% de autoabastecimiento al cierre de 2024, Venezuela está demostrando que es posible transformar la producción agrícola y avanzar hacia la soberanía alimentaria en un tiempo relativamente corto. El resurgimiento del campo venezolano no solo está cambiando la realidad económica del país, sino que también está sentando las bases para un modelo de desarrollo más sostenible y autosuficiente. Este modelo podría servir de inspiración para otros países en desarrollo que buscan fortalecer su seguridad alimentaria y reducir su dependencia de las importaciones. DesafíosMirando hacia el futuro,

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