Shinahota, Cochabamba, 28 de junio de 2025.– Dos hombres fueron encontrados sin vida la mañana de este viernes en el municipio de Shinahota, en el trópico cochabambino, con evidentes signos de violencia extrema. Los cuerpos, que presentaban señales de tortura, estaban maniatados y fueron abandonados cerca de una choza aledaña a la doble vía principal.
Las víctimas fueron identificadas preliminarmente como Richard R.A. y Edson B.F. La Policía informó que Richard R.A. contaba con antecedentes por asesinato, mientras que Edson B.F. no registraba antecedentes policiales.
Según reportes, los hombres fueron acusados de intentar robar un vehículo y fueron retenidos por vecinos durante varias horas antes de su trágico final. Imágenes difundidas en redes sociales muestran a los hombres atados, golpeados y sometidos a interrogatorios públicos. Uno de ellos fue hallado desnudo y ahorcado, mientras que el otro fue calcinado cerca de una fogata en la zona de Senda III, Chimoré. Una fuente policial anónima indicó que «uno de ellos confiesa haber estado robando junto a otros dos sujetos. A raíz de esto, la población decidió actuar por mano propia”.
Inicialmente, la Policía presumía que el doble crimen fue un ajuste de cuentas relacionado con mafias del narcotráfico debido a la extrema violencia, pero las investigaciones apuntan a un linchamiento.
Dificultades en la investigación y condena oficial
La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) llegó al lugar para iniciar las investigaciones, pero las autoridades enfrentan serias dificultades para ingresar a la zona debido a la fuerte resistencia y amenazas por parte de los comunarios.
El viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, señaló que las pesquisas se realizan de manera “remota” basándose en testimonios de dirigentes y material audiovisual circulante, debido a una «especie de manto de protección, de encubrimiento» en la región.
El director de la FELCC de Cochabamba, Vanderley Flores, confirmó el hecho e inició una investigación formal para identificar a los responsables materiales e intelectuales del linchamiento. «Las circunstancias y la brutalidad del hecho no justifican, bajo ninguna normativa, la ejecución extrajudicial”, enfatizó.
Un tercer presunto implicado en el robo habría logrado escapar, y la Policía cree que intentó socorrer a sus compañeros sin éxito. Hasta el momento, no hay detenidos, y los cuerpos permanecen bajo custodia de la comunidad, mientras las autoridades negocian su traslado a la morgue del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) en Cochabamba.
La Defensoría del Pueblo y organizaciones de derechos humanos han condenado el hecho, calificándolo como una grave violación al derecho a la vida y al debido proceso. La Defensoría recordó que los linchamientos son acciones al margen de la ley y constituyen delitos, generando más violencia, miedo y desconfianza. Instó a la Policía Boliviana, el Ministerio Público y el Órgano Judicial a cumplir su rol constitucional y ofrecer una respuesta pronta y efectiva a la población.
Pobladores de Shinahota han expresado su preocupación por la creciente inseguridad y la falta de presencia policial en la zona.