Hoy viernes por la mañana, el Papa Francisco recibió en audiencia a los miembros de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores. En la ocasión, condenó los abusos sexuales que datan en los registros oscuros de la Iglesia Católica, conminó a que se produzcan cambios internos y exigió informes anuales a los religiosos.
Este pronunciamiento calza de forma óptima en medio de la coyuntura, sobre todo boliviana, con el escándalo destapado del cura jesuita Alfonso Pedrajas, señalado por agredir sexualmente a alrededor de 85 menores de nuestro país entre las décadas 70 y 80.
El Papa propuso tres principios de una espiritualidad de reparación frente a los abusos sexuales cometidos por curas.
Previamente, reconoció que uno de los “mayores desafíos” de la Iglesia fue enfrentar el abuso a menores perpetrados por una parte del clero y el “mal manejo” de este problema.
En este marco, el Pontífice confesó que “el hecho de no actuar adecuadamente para detener este mal y ayudar a sus víctimas” ha mancillado el testimonio de los miembros de iglesia para mostrar el amor de Dios.
Concluyó reconociendo que “la crisis de los abusos sexuales es particularmente grave para la Iglesia”.
“El abuso sexual de menores por parte del clero y su mal manejo por parte de los líderes de la Iglesia ha sido uno de los mayores desafíos para la Iglesia en nuestro tiempo. Muchos de ustedes han comprometido sus vidas a esta causa. La guerra, el hambre y la indiferencia ante el sufrimiento de los demás son problemas terribles en nuestro mundo, y claman al cielo”, expreso Francisco.
Continuó: “Sin embargo, la crisis de los abusos sexuales es particularmente grave para la Iglesia, porque socava su capacidad de acoger plenamente y dar testimonio de la presencia liberadora de Dios.
El hecho de no actuar adecuadamente para detener este mal y ayudar a sus víctimas ha mancillado nuestro testimonio del amor de Dios”.
A continuación, OPINIÓN te detalla los tres puntos abordados por el máximo representante de la Iglesia Católica.
LLAMADO A REPARAR
El Obispo de Roma planteó: “Donde se ha hecho daño a la vida de las personas, estamos llamados a tener presente el poder creador de Dios para hacer brotar la esperanza de la desesperación y la vida de la muerte”.
Francisco señaló que los miembros de la Iglesia que sienten vergüenza por no haber actuado ante las denuncias “han sufrido una pérdida de credibilidad”. De igual manera, su capacidad de predicar el Evangelio “fue dañada”. Sin embargo, los instó a que “no se atasquen” y sigan trabajando por infundir confianza.
LO ROTO DEBE RECOMPONERSE
El Pontífice también reconoció que el abuso sexual contra niños y niñas menores de edad ha abierto muchas heridas y han provocado lágrimas en nel mundo, no sólo en la Iglesia. Por ello instó a trabajar para que lo que está roto, se recomponga.
“Muchas víctimas siguen descorazonadas porque los abusos que tuvieron lugar hace muchos años siguen creando obstáculos y desavenencias en sus vidas (…) Lo que está roto no debe permanecer roto (…) Donde la vida está rota, entonces, les pido que ayuden a unir las piezas, con la esperanza de que lo que está roto pueda repararse”, instó.
Tras ello, el Pontífice informó que se reunió con un grupo de sobrevivientes de abuso, hoy ancianos.
“Para ellos, la paz significaba retomar su relación con la Iglesia que los había lastimado. Querían un cierre no solo por el mal que habían sufrido, sino también por las preguntas que los habían perseguido desde entonces. Querían ser escuchados y creídos; querían que alguien les ayudara a entender”, detalló.
Pidió optar por el camino de la sanación y de la redención. “En ese caso específico, puedo decir que para estos sobrevivientes hubo un verdadero diálogo durante esos encuentros, al final de los cuales dijeron sentirse acogidos como hermanos y hermanas, y recuperaron un sentido de esperanza para el futuro”, dijo al respecto.
RECONOCE FLAGELO Y PIDE INFORMES
En tercer lugar, el Papa Francisco plantea, como parte de los principios de reparación de las víctimas de abuso sexual al interior de la Iglesia Católica, que lo mantengan informado de forma anual sobre los “esfuerzos” que ejecuten los religiosos para propiciar cambios en la institución eclesiástica.
Demanda información sobre aquello que funcione y aquello que no.
“Deben continuar los esfuerzos para mejorar las pautas y estándares para la conducta del clero y los religiosos. Le pido que me mantenga informado de estos esfuerzos y que ofrezca un informe anual sobre lo que considere que está funcionando bien o no, para que se puedan hacer los cambios apropiados”, se lee en un fragmento.
Francisco también admite la huella del flagelo en la Iglesia, aberración a la cual califica como “terrible”. En consecuencia, exige que todos los órdenes de la formación católica estén cruzados por la importancia de la tutela de menores y personas vulnerables. Ello debe ser una norma común para todos.
La “reparación” del daño causado por el abuso sexual en la historia de la Iglesia es menester para el Papa, que también ha reconocido que se han visto agredidas generaciones anteriores.
“Ahora es el momento de reparar el daño causado a las generaciones anteriores y a quienes siguen sufriendo”.
Fuente: Opinión