Son apenas 15 segundos de video, pero está causando un considerable revuelo político en Berlín. Muestra a un grupo de jóvenes en la terraza de un bar bastante caro en la isla de Sylt, en el Mar del Norte. Está grabado en lo que parece una agradable tarde de principios de la temporada de verano con una puesta de sol de fondo. Los jóvenes visten ropa de marca. Saltan y corean: «Alemania para los alemanes, extranjeros fuera». Y uno parece estar haciendo un disimulado saludo hitleriano, algo prohibido en Alemania, mientras con dos dedos entre el labio y la nariz evoca el bigote del dictador.
El jueves, la discoteca «Pony» de la elegante ciudad de Kampen, en Sylt, se distanció en Instagram del video, reconociendo que fue grabado en su local. «Estamos profundamente consternados», escribió el propietario, Tim Becker. «Todos los huéspedes, independientemente de su origen étnico, son bienvenidos aquí». El club, entretanto, ya conoce los nombres de las personas que aparecen en la grabación. «Denunciaremos este comportamiento repugnante y recurriremos a todas las opciones del derecho penal», añadió.
La Policía de Flensburgo, en la frontera entre Alemania y Dinamarca, tuvo conocimiento el jueves por la tarde del video, que probablemente fue grabado hace al menos una semana. Arne Hennig, portavoz de prensa de la Policía local, explica a DW: «Están en juego los delitos de incitación y de uso de símbolos de organizaciones inconstitucionales. En el video se ve cómo una persona levanta el brazo derecho». Las investigaciones ya están completamente en marcha.
El viernes (24.05.2024) la noticia del video llegó a los círculos políticos de Berlín, causando una ola de indignación que llegó hasta el gobierno federal. «Este tipo de consignas son repugnantes», afirmó el canciller Olaf Scholz a los periodistas. «¡No son aceptables!». En lo que a esto respecta, dijo, no puede considerarse un simple «error».
Después de una conversación con el grupo de medios Funke, la ministra federal del Interior, Nancy Faeser (como el canciller, del SPD), afirmó: «Quien grite consignas nazis como ‘Alemania para los alemanes, fuera los extranjeros’ es una vergüenza para Alemania». La pregunta es «si se trata sólo de personas que viven en una sociedad paralela de abundancia aislada de la realidad que pisotea los valores de nuestra Ley Fundamental», dijo Faeser.
El secretario general en Berlín del FDP, partido también miembro de la coalición de gobierno, Bijan Djir-Sarai, dijo gráficamente: «Es chocante ver algo así». Sobre todo, añadió, en pleno debate sobre cómo proteger mejor la democracia en Alemania.
El revuelo ha sido tan grande también porque los bares y discotecas de Sylt son considerados desde la década de 1960 lugares de encuentro para ricos y adinerados. Aquí tienen sus casas de veraneo numerosos empresarios, políticos y estrellas de cine y televisión. Y, obviamente, los jóvenes del video también son bastante acomodados. ¿Tiene ahora también este estrato social un problema de actitudes xenófobas y de ultraderecha?
Esta sospecha también se expresa en las declaraciones de los políticos regionales en el estado federado de Schleswig-Holstein que comentaron el video. El ministro de Educación del Estado, Karim Priem (CDU), habló de algo así como un «signo de decadencia» de la riqueza. Y la ministra de Integración, Aminata Touré (Verdes), declaró a la red editorial Alemania (RND): «Esto no es una estúpida broma infantil, sino el peor tipo de grito nazi de personas adultas en un escenario abierto. Asqueroso y repugnante. ¡Deberían avergonzarse! Ahora debe venir una investigación criminal».
El propietario de la discoteca «Pony», Tim Becker, teme ahora que el incidente afecte a su bar y a toda la isla. Dijo a la agencia dpa que en el futuro se animaría más a los huéspedes a avisar a los porteros de incidentes racistas. El caso ha afectado a toda la isla. «Todo el mundo está triste por lo que pasó», dijo Becker. Según la condena de Becker, las cinco personas implicadas no sólo serán excluidas de por vida del «Pony». «Mejor que ya ni se dejen ver por Sylt», espera.
DW