Allanan la vivienda del capitán Aldunate en busca de más pruebas

Santa Cruz, Bolivia. A seis días del asesinato del capitán de la Policía, José Carlos Aldunate Meneses, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) y la Fiscalía llevaron a cabo un allanamiento en la vivienda donde ocurrió el crimen. La Fiscalía sostiene que se trató de un hecho planificado, mientras que el Gobierno descarta que esté relacionado con un ajuste de cuentas por narcotráfico, asegurando que fue un ataque contra el Estado.

La orden de allanamiento fue emitida por la jueza cautelar Livia Alarcón y ejecutada en la casa de Aldunate, ubicada entre el Cuarto y Quinto anillo de la avenida Beni. El operativo fue dirigido por agentes de la FELCC y el fiscal Daniel Ortuño, con la presencia del padre de la víctima, otros familiares y sus abogados.

El objetivo de la diligencia fue recolectar pruebas adicionales que no pudieron ser obtenidas el día del asesinato. Durante la intervención, que duró menos de una hora, se incautaron documentos y elementos periciales que serán analizados. Sin embargo, la defensa de la familia indicó que no se hallaron pruebas relevantes y que la investigación continuará.

Aldunate fue asesinado el 19 de febrero, cuando salía de su garaje en un vehículo bajo su custodia. Sicarios a bordo de una vagoneta Suzuki Grand Vitara le dispararon y luego huyeron. Según el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, los presuntos autores son los hermanos Osvaldo y Erick Hurtado Aguilera, vinculados a un ataque anterior contra un socio del narcotraficante Sebastián Marset.

Los sospechosos habrían escapado en avioneta desde El Trompillo hacia el Beni. Uno de ellos negó su participación a través de un video, acusando a Misael Nallar, un narcotraficante recluido en Palmasola, de estar detrás del crimen. Mientras tanto, la Policía identificó la vagoneta usada en el ataque en un inmueble de la zona norte de la ciudad.

Otro punto bajo investigación es el vehículo en el que Aldunate fue asesinado. Se confirmó que había sido incautado en un caso penal, aunque una organización chilena lo reportó como robado en su país. El comandante de la Policía, coronel Rolando Rojas, evitó hacer comentarios sobre este hecho, pero insistió en que los responsables son delincuentes que “viven del delito”.