Artistas de Bolivia y Argentina comparten técnicas escultóricas

Artistas de Bolivia y Argentina se reunieron en el Primer Encuentro Binacional Histórico Cultural de la Cerámica 2022, con el objetivo de integrar conocimientos relacionados a ese arte. La actividad se desarrolló como antesala al evento latinoamericano de ceramistas que integrará saberes en torno a esa actividad.

La cita se celebró en el municipio de Tupiza, Potosí, lugar donde también se brindaron talleres gratuitos sobre la importancia de la cerámica en cualquier contexto.

“Uno de los objetivos fue incentivar en los estudiantes a que vean en la cerámica una alternativa de fuente laboral, porque la materia prima, la arcilla o greda, se puede extraer de la tierra”, explicó el representante de la delegación boliviana, el ceramista y escultor Basilio Roque Coca.

En Bolivia existen varios tipos de arcilla, se la puede encontrar en cualquier población del país. La característica principal de ese elemento es su maleabilidad, tiene diferentes colores que van de acuerdo a su composición química. Se la puede utilizar en la alfarería, cerámica artesanal, utilitaria, artística, esculturas, entre otros, detalló el también ceramista.

El encuentro además rindió un homenaje a la Batalla de Suipacha, que es considerada por muchos historiadores como la primera victoria patria.

La cerámica, el arte de plasmar la realidad

El artista considera que para él la cerámica representa un mundo donde plasma sus vivencias y la forma en la que concibe la realidad.

“Mediante ese arte puedo compartir con otros creadores. Para mí la cerámica es mi mundo, mi existir”, agregó.

El Encuentro Latinoamericano de Ceramistas se sostendrá en Casira, Jujuy, Argentina, del 22 al 25 de noviembre bajo el eslogan ‘Somos cultura en el barro y progreso en las manos’.

En esta primera versión participarán artistas de Colombia, Perú, Bolivia, Argentina, entre otros países.

El evento también permitirá mostrar el talento de escultores latinos.

Acerca de Basilio Roque Coca

El artista es oriundo de Catavi, Potosí. Su árbol genealógico está compuesto por cultores en el arte del modelado de arcilla. Su niñez e infancia estuvieron dedicadas a manipular la arcilla, luego estudió en la Escuela de Bellas Artes de Cochabamba, años después ejerció la docencia en Artes Plásticas, además hizo estudios en la carrera de Artes de la Universidad Tomás Frías de Potosí y Siglo XX. Como artista participó en la construcción del monumento a Juana Azurduy de Padilla (1982), que se encuentra en la ciudad de El Alto, que elaboró junto al también escultor Gustavo Lara Tórrez.

Fuente: Ahora el Pueblo