Bolivia rompe récord en el Programa Memoria del Mundo (MoWLAC) que dirige la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (Unesco) con la inscripción de ocho documentos. En la ocasión, los miembros del Comité Regional analizaron 35 postulaciones elegibles para su evaluación, presentadas por Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Cuba, Jamaica, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela, aprobando un total de 27 nuevas inscripciones que se suman al Registro MoWLAC en este año.
El programa Memoria del Mundo fue creado por la Unesco en 1992 con el objetivo de promover la conservación y el acceso al patrimonio documental de la humanidad, incluyendo en formato digital. Diversos factores como la falta de recursos, saqueos, guerras y el comercio ilegal hacen del patrimonio documental un material sensible de ser destruido o extraviado, y es aquí donde radica la importancia de salvaguardarlo.
El MoWLAC aprobó las primeras nominaciones en el registro regional y al día de hoy suman un total de 260 inscripciones del patrimonio documental que permanecen custodiadas en archivos, bibliotecas o museos que han sido reconocidas y seleccionadas por el Comité Regional, integrado por una Secretaría, que es ocupada por la Consejera Regional en Comunicación e Información para América Latina y el Caribe de la oficina de la Unesco en Montevideo.
Entre los documentos que inscribió Bolivia se encuentran: Censo de Extranjeros (1935-1959) del Archivo de La Paz. La serie documental Censo de Extranjeros forma parte del fondo del Ministerio del Interior, Migración y Justicia.
El Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia inscribió la Colección de Gabriel René Moreno sobre Mojos y Chiquitos (1758-1888). El archivo muestra cómo las zonas de la Amazonía boliviana y Chiquitos, en el oriente del país, a finales del siglo XVII hasta 1767 asentaron misiones de la Compañía de Jesús. Estas pertenecían a la provincia paraguaya. Gabriel René Moreno fue un archivista que reunió esta colección que abarca el periodo que va entre la expulsión de los jesuitas y la fundación de la República de Bolivia.
El MoWLAC también inscribió en la lista de la Unesco el documento Expediente sobre el traslado forzado de indios de Puno a la Villa Imperial de Potosí para Trabajos en Minas e Ingenios (1745). El documento custodiado por Casa Nacional de Moneda describe el desplazamiento de 83 personas (mujeres, hombres y niños), de la intendencia Puno, actual Perú a la ciudad de Potosí, actual Bolivia para cumplir con la mita minera. El expediente es esencial para comprender la historia económica y transformación social de los Andes y refleja cómo el envío forzoso de indígenas para el trabajo forzado en las minas, afectó significativamente la demografía y vida social de las comunidades.
Otro de los documentos fue postulado por el Centro de la Cultura Plurinacional es el Tratado de Quinología (1638-1792), una obra fundamental en la botánica y la medicina. Aborda el estudio del árbol de la quina y describe diversas especies de quina descubiertas en el Virreinato del Perú en el siglo XVIII. El libro incluye los métodos de preparación utilizados por los indígenas que habitaban las Montañas de los Andes, así como por los Jesuitas establecidos en una extensión que comprende de la ciudad de La Paz en Bolivia hasta la comunidad de Loxa en Ecuador.
Bolivia también inscribió al programa el documento: Manifiesto imparcial de la revolución acaecida en la ciudad de Chuquisaca el día jueves 25 de mayo de 1809, postulado por Casa de la Libertad, dispuesto en forma de diario anónimo. El documento fue escrito por un miembro de la élite absolutista en el inicio de la Guerra de independencia y narra la revolución del 25 de mayo de 1809 en La Plata (hoy Sucre) y menciona lugares ubicados en los actuales territorios de Bolivia, Perú, Ecuador y Argentina.
A esos archivos se incluyen el Diccionario Castellano Moseteno y Moseteno Castellano. Covendo 1874, postulado por el Museo Nacional de Etnografía y Folklore. El mismo fue elaborado para la enseñanza, artes, oficios y evangelización en la lengua indígena Moseteno. Mientras que el Museo Nacional de Arte presentó el Archivo Político y Artístico Particular de Miguel Alandia Pantoja (1936-1979) que muestra el compromiso social e ideológico del Pintor de la Revolución durante el siglo XX y que está compuesto por 52 expedientes organizadas en correspondencia personal, documentos de identificación personal, discursos, apuntes de estudio, bocetos de dibujos, recortes de periódicos, caricaturas, entre otros. Y finalmente la Universidad Mayor, Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca inscribió el archivo Academia Carolina (1778-1941), integrado por 541 legajos de manuscritos producidos por la Academia Carolina, creada en 1776 en La Plata (hoy Sucre), como una respuesta académica de los intelectuales ilustrados de la época para mejorar la práctica jurídica de quienes estudiaron en dicha universidad.
Con estas inscripciones, Bolivia es reconocida como custodio de los documentos históricos que forman parte de la Memoria del Mundo y tiene como objetivo visibilizar el patrimonio documental mundial.