¿Cómo está la educación en Bolivia? El sistema enfrenta desafíos estructurales que dificultan su modernización

La Paz, Bolivia. El director del Observatorio Plurinacional de la Calidad Educativa (OPCE), Jiovanny Samanamud, compartió su análisis sobre la calidad educativa en Bolivia. En sus declaraciones, Samanamud detalló las principales dificultades estructurales que afectan el sistema educativo y la necesidad urgente de políticas públicas que apunten a estos problemas de fondo.

En entrevista con El Central, de Abya Yala Tv, Samanamud explicó que, a nivel internacional, la calidad educativa se mide a través de los logros de aprendizaje, tales como las competencias en matemáticas, lenguaje y ciencias, y que desde el Observatorio se han realizado diversas evaluaciones al sistema educativo con la intención de medir estos avances.

Un punto crítico que Samanamud abordó fue el impacto de la pandemia en la educación. En particular, destacó que el cierre arbitrario del año escolar en 2020 tuvo consecuencias negativas en los resultados de los estudiantes, especialmente en los más pequeños, quienes pasaron largos períodos sin interacción con sus compañeros ni acceso a clases presenciales. “Los bajos resultados de las pruebas en 2023 muestran un claro efecto de la clausura escolar y la pandemia en los estudiantes”, afirmó.

En cuanto a la diferencia entre la educación pública y privada, Samanamud resaltó una de las brechas más grandes de América Latina, observada en los niveles de primaria. Según el análisis, si solo participaran los colegios privados en las evaluaciones, Bolivia superaría el promedio latinoamericano, pero la inclusión de los colegios públicos hace que el país se ubique por debajo de la media regional. Esta disparidad se debe, en gran parte, a la diferencia en la organización del sistema educativo y a la gestión institucional de las escuelas, lo que incluye la cantidad de días perdidos en las aulas de los colegios públicos.

Otro aspecto que Samanamud enfatizó fue la grave situación en secundaria, donde el último diagnóstico, realizado en 2023, reveló resultados alarmantes: solo tres de cada cien estudiantes aprueban matemáticas, mientras que solo el 30% de los estudiantes comprenden lo que leen.

Para el director del Observatorio, la desigualdad de oportunidades se ve reflejada en las condiciones sociales de los estudiantes. El acceso a libros y la clase social tienen un impacto directo en el rendimiento académico, ya que los estudiantes de familias con menos recursos tienen mayores dificultades para aprender, lo que agrava la brecha entre la educación pública y la privada.

Samanamud también subrayó que los problemas estructurales en la educación no pueden solucionarse con medidas superficiales. La política educativa debe ir más allá de las leyes y modelos educativos, y centrarse en una reforma integral que garantice que los estudiantes tengan las mismas oportunidades, independientemente de su contexto social y económico.

Finalmente, el director del Observatorio destacó que el sistema educativo necesita enfrentar con urgencia estas desigualdades para mejorar el rendimiento académico y garantizar una educación de calidad para todos los niños y jóvenes del país.