Continúa crisis hídrica en Uruguay pese a lluvias de julio

El Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) manifestó este miércoles que el déficit hídrico en Uruguay se mantiene pese a las lluvias registradas en julio.

De acuerdo a su informe “evaluando el último año y el último trimestre (mayo-junio-julio), se mantiene el déficit hídrico en el país, principalmente en la región del centro-sur, suroeste y este”, aunque precisó que “a escala país y en términos medios, julio del 2003 culminó con 100.7 milímetros; valor que se ubica por encima de la normal climatológica esperada para este mes (83.6 milímetros)”.

El ente uruguayo mencionó que en el sur del país continúa la sequía, con mayor medida en los departamentos de Montevideo, Canelones, Maldonado, Lavalleja, Rocha y Florida, además de Durazno (centro).

Aún cuando en algunas regiones de los departamentos sde Colonia y San José, y del de Artigas (norte) ha llovido estas precipitaciones son insuficientes.

La peor sequía en la historia de Uruguay llevó a registros mínimos al embalse de la represa de Paso Severino, en el río Santa Lucía y fuente de potabilización de Montevideo y el área metropolitana.

Ante esta situación organizaciones sociales y plataformas populares han denunciado la postura del Gobierno en el país.

Por su parte, Silvia Ribeiro en un artículo compartido el 4 de agosto en la plataforma Contrahegemonía web aseveró que “desde hace casi tres meses, Uruguay, un país conocido por su abundancia de agua dulce, está sin agua potable en su capital, Montevideo, y alrededores”.

“El sistema público de aguas (OSE) distribuye agua salobre, con residuos químicos arriba de las normas permitidas, que el gobierno bautizó agua bebible, no potable, mientras aumentaba arbitrariamente a más del doble, casi triple, la presencia permitida de esas sustancias”, subrayó.

Las opiniones sostenidas por Ribeiro aseguran que “el país vive una sequía prolongada, pero el gobierno en lugar de atender las causas de la vulnerabilidad frente a ésta, avanza en medidas que la empeorarán, como entregar parte de la potabilización a empresarios privados (proyecto Neptuno), que tomarán agua de donde les sea más rentable, sea salina o contaminada”.

Al agregar que también favorecen la instalación de nuevas industrias trasnacionales que son voraces consumidoras de agua dulce: la producción de hidrógeno verde y la instalación de megacentros de datos de Google y otros titanes tecnológicos, Silvia Ribeiro acotó que “esta crisis hídrica no es una anécdota puntual ni es producto de la sequía, aunque la principal política del gobierno uruguayo es esperar que llueva”.

Fuente: TeleSUR

Autor