Lenin Tamayo es por hoy el único exponente de su propio experimento de la música coreana fusionada con el quechua
13 de junio de 2023
Parece, suena y se mueve como cantante de K-pop, pero en realidad lo suyo es el Q’pop, una adaptación del fenómeno musical global coreano a la lengua indígena de los Andes de Perú mezclada con español.
Lenin Tamayo es por hoy el único exponente de su propio experimento.
‘Centennial’ de 23 años, con un éxito en ascenso en la plataforma de videos TikTok, fusionó lo que orgullosamente llama sus «orígenes» con el gusto por la glamurosa industria del K-pop. Para así crear el pop cantado en quechua, la lengua que habla el 14% de los 33 millones de peruanos.
«Pensé en trasladar mis raíces andinas a la música, mezclar lo andino con las tendencias globales como el K-pop. El Q’pop me permite validar mi existencia, puedo decir de dónde vengo (…), es un concepto muy potente y disruptivo», dice Lenin en entrevista con la AFP.
Q’pop
El pop quechua – insiste – es «una protesta realmente» contra la idea reduccionista del mundo andino. El quechua o quichua también está vivo en regiones de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile y Ecuador.
Compositor de todas las letras, en sus canciones Lenin habla del arraigo a la tierra o del «amor y libertad», con un desafío a las barreras idiomáticas.
«¿No entiendes o no quieres entender?/Te lo digo en español, en quechua o en inglés. No importa el idioma, al derecho o al revés/Tú sabes que no miento/ Yo digo lo que siento», canta Lenin en «Imaynata» (¿Cómo?), su título más popular en el ciberespacio.
Por ahora, ninguna de sus composiciones suena en la radio. A finales de 2022 comenzó a ser un fenómeno en las calles y en Tik-Tok, en donde hoy tiene casi 198.000 seguidores. En esa red sus videos suman 4,2 millones de «me gusta».
Entre las redes Instagram, Youtube y Facebook suma otros 85.300 seguidores, mientras que en la plataforma musical Spotify alcanza una audiencia mensual de 3.800 oyentes.
Lenin graba su música en un modesto e improvisado estudio de 20 m2, en la azotea de una vivienda del populoso distrito de Comas, al norte de Lima.
La Razón