Dirigente del transporte pesado plantea que se levante la subvención a los hidrocarburos para acabar con la crisis

Bolivia subvenciona el diésel, la gasolina y otras energías desde 1997 con el objetivo de estabilizar su economía, pero también afronta el contrabando de éstos productos hacia el contrabando.

El presidente de la Cámara de Transporte Pesado de Oruro, Jorge Gutiérrez, planteó la anulación de la subvención a los carburantes en Bolivia como una medida para acabar con la escasez de combustibles que golpea particularmente al sector productivo del país.

“Hemos propuesto nosotros como transporte internacional aunque nos duela tenemos que tomar medidas fuertes, levantar la subvención que está haciendo mucho daño a la economía del país y liberar el tipo de cambio en el dólar, dos medidas que a partir de ello vamos a estabilizar el tema del abastecimiento de combustible, de lo contrario no”, planteó el dirigente anoche en una entrevista

“Por qué digo que está haciendo daño la subvención porque lamentablemente el combustible no lo estamos dando un buen uso en Bolivia porque el combustible está fugando vía contrabando a todos los países vecinos”, complementó Gutiérrez.

Bolivia subvenciona la gasolina, diésel y el GLP como una medida social desde 1997 que permite abastecer el mercado interno de gasolina y diésel a precios más bajos que su costo real. Esto ayuda a mantener la estabilidad económica y los precios controlados.

Sin embargo, esta medida ya es insostenible según expertos en el área porque está minando la economía boliviana en un contexto marcado por la escasez de dólares y una dependencia absoluta de las importaciones de carburantes. Bolivia dejó de ser un país productor de hidrocarburos para ser importador de energía.

Como alternativa a la escasez de carburantes en Bolivia, el Gobierno liberó la importación y comercialización de combustibles, pero la medida hasta ahora no tuvo frutos debido a que ningún inversionista se anima a competir con la estatal YPFB que continúa comercializando la gasolina y el diésel a precios subvencionados.

“En este momento nadie se está animando a poder comprar o comercializar el combustible en Bolivia porque lo han cotizado a un punto y tantos de dólar la gasolina y el diésel, y al tipo de cambio de Bs 6,96 ¿Pero habrán esos dólares en el banco?¿Tenemos a ese costo? En Oruro por ejemplo de nuevo se ha disparado y está bordeando los 13 bolivianos, en ese sentido en caso de que se pueda importar el combustible a cuánto nos va a llegar acá, seguramente a 14 bolivianos o tal vez un poco más porque el inversionista no va a traer para perder”, justificó el dirigente.

El Gobierno sólo este año destinará 2.912 millones de dólares para cubrir la subvención de combustibles y este costo continuará subiendo en la medida de que la fluctuación de los precios en el mercado internacional y el crecimiento del parque automotor en Bolivia.

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