La primera vez que Roxana donó sangre fue a sus 19 años. Ahora, que bordea los 34, dice que perdió la cuenta de cuántas veces donó y cuántas vidas ayudó a salvar.
“Mi tipo de sangre es B+. Estoy registrada en la base del Banco de Sangre y, muchas veces, desde ahí me llaman para que pueda ir a donar. Otras veces, cuando veo en redes sociales que la gente está buscando desesperadamente mi tipo de sangre yo los llamo”, dice la joven profesional.
En el mundo, cada dos segundos alguien necesita una transfusión de sangre. Ya sea por accidentes, cirugías, enfermedades crónicas o tratamientos de cáncer, la necesidad de sangre es constante y universal.
A pesar de los avances en la medicina moderna, la sangre no se puede fabricar; sólo puede provenir de generosos donantes humanos. Esta realidad subraya la importancia de la donación de sangre como un acto crucial de amor, solidaridad y humanidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que se requieren al menos 10 donaciones de sangre por cada 1.000 habitantes al año para satisfacer las necesidades de los sistemas de salud. Sin embargo, muchos países, especialmente aquellos en desarrollo, enfrentan una escasez crónica de sangre. Esta carencia puede significar la diferencia entre la vida y la muerte para innumerables pacientes.
“Donar sangre es un acto altruista que salva vidas. La sangre donada se utiliza en una variedad de situaciones médicas, como cirugías, tratamientos de cáncer, trasplantes de órganos y en casos de traumatismos graves. Además, es necesaria para pacientes con enfermedades crónicas como la anemia y la hemofilia”, indica Fabio Méndez, docente de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Cada 14 de junio se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre para agradecer a los donantes voluntarios no remunerados y concienciar de la necesidad de hacer donaciones regulares para garantizar la calidad, seguridad y disponibilidad de sangre y sus productos.
Beneficios de donar sangre
Además de salvar vidas, la donación de sangre no solo beneficia a los receptores, sino que también ofrece ventajas para los donantes.
Estudios han demostrado que donar sangre regularmente puede ayudar a mantener niveles saludables de hierro en el cuerpo, reducir el riesgo de cáncer y enfermedades cardíacas, y estimular la producción de nuevas células sanguíneas.
Los donantes suelen recibir un mini examen de salud antes de donar, lo que puede ayudar a detectar problemas de salud no diagnosticados.
Proceso de donación
El proceso de donación es seguro y sencillo. Antes de donar, los voluntarios completan un cuestionario de salud y pasan por una breve evaluación médica, donde se verifica la presión arterial, el pulso, la temperatura y los niveles de hemoglobina del donante.
La extracción de sangre (aproximadamente 450 ml) dura casi 10 minutos, y en total, el proceso completo toma alrededor de una hora con la recuperación del donante a quien se le ofrece un refrigerio para ayudar a reponer líquidos y azúcar en la sangre.
Los bancos de sangre aseguran que todos los materiales utilizados son estériles y de un solo uso, eliminando cualquier riesgo de infección.
Según el médico, durante el proceso de donación se realizan pruebas para detectar si el donante tiene alguna enfermedad infecciosa, tales como VIH, hepatitis B y C, sífilis o Chagas y se le notifica de forma reservada, manteniendo los protocolos determinados por el sistema de salud.
Mitos y verdades de la donación de sangre
Méndez explica que es necesario desmitificar algunas ficciones y medias verdades respecto a la donación de sangre.
Por ejemplo, se dice que donar sangre duele mucho. “La verdad es que el dolor de la aguja es mínimo y dura solo unos segundos. La mayoría de los donantes describen la experiencia como menos dolorosa de lo que esperaban”.
Otro mito es que la donación debilita. Lo cierto es que la mayoría de las personas se recupera rápidamente después de donar. El cuerpo reemplaza el volumen de sangre donado en unas pocas horas y los glóbulos rojos en unas semanas.
Si tienes tatuajes no puedes donar, es otro de los mitos, a lo que el académico aclara que las personas que tienen tatuajes sí pueden donar, siempre que se haya hecho en un establecimiento regulado y hayan pasado al menos un año desde que se lo hizo.
“La donación de sangre es completamente segura. Todo el equipo utilizado es estéril y de un solo uso, por lo que es imposible que contraigas algún tipo de enfermedad”, aclara Méndez.
Un llamado a la acción
A pesar de los beneficios y la necesidad crítica, muchas personas no donan sangre debido a la falta de información, miedo a las agujas o mitos infundados sobre la donación. Es vital educar a la población sobre la seguridad y la importancia de este acto altruista. Organizaciones de salud y gobiernos deben trabajar juntos para promover campañas de concientización y facilitar el acceso a centros de donación.
Cada donación de sangre puede salvar hasta tres vidas, dice Méndez. Al donar, no solo se brinda una oportunidad de vida a aquellos en necesidad, sino que también se fortalece el sentido de comunidad y solidaridad.
En momentos de crisis, como desastres naturales o pandemias, la disponibilidad de sangre puede ser crucial para salvar vidas.
“Donar sangre es un acto de solidaridad que puede tener un gran impacto en la comunidad. Además de los beneficios directos para la salud de los pacientes que reciben la sangre, la donación ayuda a crear una red de apoyo en momentos de emergencia”,
La donación de sangre es una responsabilidad compartida que beneficia a toda la sociedad. Es un acto sencillo pero poderoso, que puede marcar una diferencia significativa en la vida de muchas personas. La próxima vez que veas una campaña de donación, recuerda que tu sangre puede ser el regalo más valioso para alguien en su momento de mayor necesidad.
El Deber