3 de junio de 2023 En los últimos días han incrementado los casos de contagio de influenza en niños y adultos mayores. Las bajas temperaturas y el descuido de las medidas de bioseguridad, luego que la OMS/OPS levantara la emergencia por el coronavirus, han incidido en este aumento de casos. En el país, el deceso de niños a causa de complicaciones por el virus llevó a las autoridades de salud a masificar las campañas de vacunación contra la influenza, también conocida como gripe estacional. El decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, Álvaro Muñoz, ve en la vacuna el mejor método para prevenir y proteger a las personas contra Infecciones Respiratorias Agudas (IRAs). “La vacuna contra la influenza es un biológico que protege a las personas contra formas graves de la enfermedad en grupos vulnerables de la población, como son los niños, los adultos mayores, el personal de salud y personas que tienen patologías de base, por ello es importante que se vacune toda la población”, asegura el académico. La influenza, una enfermedad respiratoria contagiosa provocada por los virus de la influenza que infectan la nariz, la garganta y en algunos casos los pulmones, puede causar una enfermedad leve o grave y en ocasiones puede llevar a la muerte. De ahí la importancia de la vacunación contra este virus. Por ejemplo, en Estados Unidos, anualmente la influenza mata más personas que el mismo coronavirus, advierte el académico a tiempo de mencionar que los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) de ese país calculan que la influenza ha provocado entre 9 a 41 millones de casos; de 140.000 a 710.000 hospitalizaciones y de 12.000 a 52.000 muertes cada año, entre 2010 y 2020. “Ésa es la importancia de que se vacunen. Antes no teníamos esta vacuna y ahora ya tenemos. Antes pasaba como una fiebre, una gripe o algo, pero se ha demostrado que tiene problemas serios en personas con enfermedades de base, niños o adultos mayores”, puntualizó Muñoz. Cómo convivir con la influenza estacional La mejor forma de prevenir la influenza consiste en renovar la vacuna contra este virus cada año. El virus va cambiando constantemente, al punto de que la vacuna del año anterior deja de ser efectiva, y la nueva vacuna ha sido modificada para que pueda funcionar con las nuevas variantes de la gripe. Sumado a la vacuna, se deben retomar las medidas de bioseguridad o higiene básica; es decir, el lavado de manos y el estornudo de etiqueta (estornudar dentro del antebrazo). Bolivia cuenta con un plan de vacunas preestablecido que abarca a los más chicos y se extiende con la vacuna estacional Las vacunas salvan vidas Las vacunas constituyen una de las medidas sanitarias que mayor beneficio ha producido a la humanidad. Su efecto incide en la prevención de enfermedades que antes causaban grandes epidemias, muertes y secuelas. Las vacunas benefician tanto a las personas vacunadas como a las personas no vacunadas y susceptibles que viven en su entorno. En Bolivia, el Programa Ampliado de Inmunización (PAI), dependiente de la Unidad de Epidemiología del Ministerio de Salud, tiene un esquema de vacunación que contempla 11 vacunas, como la pentavalente, la antipolio o contra la influenza estacional. La inmunización, cualquiera que sea, hace resistente a una persona contra una enfermedad, tanto por el contacto con ciertas enfermedades, o mediante la administración de una vacuna que estimula el sistema inmunitario del cuerpo para proteger a la persona contra infecciones o enfermedades. Muñoz señala que los niños deben cumplir todo el esquema del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI). En el caso de los adultos, también tienen la obligación de vacunarse una vez por año contra la influenza estacional. “Todas las vacunas del esquema del PAI y las que recientemente están saliendo, como contra el Covid-19 o la influenza, son importantes para proteger nuestra salud”, indica Muñoz. Si bien la eficacia de la vacuna puede variar, estudios recientes han demostrado que la vacuna contra la influenza reduce el riesgo de enfermarse, entre un 40 % y un 60 % en la población general, durante las temporadas de frío, época en la que se incrementa su incidencia. Fuente: El Deber