Exalumnos del Juan XXIII demandan a jesuitas por parón del proceso por abuso sexual; la congregación rechaza las acusaciones

Este martes 3, en la ciudad de Cochabamba, los exalumnos del colegio Juan XXIII presentaron una demanda judicial en contra de la máxima autoridad de la Compañía de Jesús en Bolivia. En conferencia de prensa, el representante de los exalumnos aduce que han pasado cinco meses desde que se inició el proceso por abusos sexuales en contra de sacerdotes jesuitas sin que todavía haya resultados.

“Los pederastas se acogen a la reserva para no declarar a la prensa (…) Este es un impulso procesal para que (el caso) no se diluya” expresó un exalumno.

Luego agregó: “No han actuado, han sido cómplices; han encubierto estas acciones, por lo que deben asumir su responsabilidad”, en referencia a las autoridades de esa congregación.

A través de un comunicado oficial, la Compañía de Jesús “rechaza enfáticamente atribución de responsabilidad que pretende afectar a la institución”.

En un documento de ocho puntos, la congregación reafirma su compromiso con las víctimas de abuso sexual ocurridas en sus obras, y manifiesta que, desde hace varios años han asumido “responsabilidad institucional para evitar cualquier tipo de violencia y abuso sexual, trabajando en la elaboración de políticas y protocolos de prevención y asegurando la vigencia de espacios sanos y seguros en todas las obras a su cargo”. Añaden que brindan apoyo psicológico y terapéutico a las víctimas de abusos.

Además, destacan que han actuado con transparencia y que han impulsado la presentación de cinco denuncias formales ante el Ministerio Público, de las cuales tres son en contra de jesuitas y las restantes contra otros sacerdotes que no pertenecen a esa congregación.

Sobre las investigaciones que lleva adelante el Ministerio Público, el comunicado afirma que la Compañía de Jesús ha presentado toda la información y documentación que le fue requerida, pese a que, en algunas circunstancias considera que hubo excesos, como cuando hubo cuatro allanamientos efectuados en un solo día.

El comunicado relieva que los delitos son personalísimos, por lo que si algún jesuita cometió alguno, es de su responsabilidad, el hecho deberá ser investigado, juzgado y sancionado, y que la Compañía de Jesús “será la primera en propiciar que las posibles sanciones que merezcan, sean aplicadas sin ningún tipo de privilegio”.

Fuente: El Deber

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