El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo este viernes en el marco de su reunión en Pekín con su homólogo chino, Xi Jinping, que «nadie prohibirá a Brasil mejorar su relación con China», en clara alusión a la política exterior de EEUU que pretende sabotear las relaciones que el país asiático tiene con otras naciones del mundo.
«Ayer visitamos Huawei en una demostración de que queremos decirle al mundo que no tenemos prejuicios en nuestras relaciones con los chinos. Nadie va a prohibir que Brasil mejore su relación con China», dijo el mandatario brasileño, en una reunión abierta entre ambos líderes.
EE.UU. considera a la empresa china como «un riesgo para la seguridad nacional».
Lula también habló de intensificar las relaciones entre ambos países en áreas como ciencia y tecnología; estrategias para combatir el cambio climático; energía limpia o producción de coches y autobuses eléctricos.
«Debemos trabajar duro para crear una relación Brasil-China que no sea solo una relación de interés meramente comercial. Aunque el interés comercial es muy importante», aseguró.
El mandatario, que llegó este viernes al encuentro acompañado de una importante comitiva y de su esposa, Janja, fue recibido con honores el Gran Salón del Pueblo, situado en la famosa plaza de Tiananmen.
«Estabilidad y paz mundiales»
Por su parte, Xi destacó «los intereses comunes» entre ambos países y aseguró que sus relaciones «jugarán un papel clave para la estabilidad y paz mundiales».
«China trata como estratégicas y de gran alcance las relaciones entre China y Brasil, y da prioridad a nuestras relaciones exteriores. El presidente Lula es nuestro amigo desde hace mucho tiempo», añadió.
Ambos países firmaron 15 acuerdos entre los que destaca el intercambio de tecnologías de semiconductores, el 5G, 6G y la construcción de CBERS-6, un satélite fabricado entre ambos países y que permitirá monitorear la deforestación de la selva Amazónica, incluso si está cubierta por nubes.
Otro de los acuerdos claves, del que se hablado mucho estos últimos días, es el de la realización de transacciones comerciales directamente en reales y yuanes, para evitar el proceso de dolarización y facilitar el comercio entre las partes.
El Gobierno de Brasil consideró este viaje como uno de los «más importantes» del inicio del mandato del izquierdista, quien previamente visitó Argentina, Uruguay y EE.UU.
La visita de Lula tiene como objetivo reconstruir los lazos diplomáticos y comerciales entre ambos países, que quedaron muy desgastados durante la gestión de Jair Bolsonaro.
Como principal socio comercial de Brasil, en 2022, China importó productos brasileños por un valor que supera los 89.700 millones de dólares, con la soja y los minerales como artículos principales. El nivel de exportaciones chinas a la nación sudamericana se situó en casi 60.700 millones de dólares para el mismo período.
Lula y Xi mantuvieron esta tarde una cena a puerta cerrada. A pesar de que estaba prevista una rueda de prensa después en la Embajada de Brasil en Pekín, finalmente se canceló.
Fuente: RT