Las fuerzas de ocupación sionistas cometieron siete masacres contra familias en la Franja de Gaza durante las últimas 24 horas, lo que provocó la muerte de al menos 66 palestinos y heridas a otros 383, según fuentes médicas.
Fuentes médicas confirmaron que el número de muertos palestinos por la escalada del genocidio sionista desde el 7 de octubre ha aumentado a 36.050 muertes documentadas, y 81.026 personas adicionales resultaron heridas. La mayoría de las víctimas son mujeres y niños.
Mientras tanto, las ambulancias y los equipos de rescate aún no pueden llegar a muchas víctimas y cadáveres atrapados bajo los escombros o esparcidos en las carreteras del enclave devastado por la guerra, mientras las fuerzas de ocupación israelíes continúan obstruyendo el movimiento de las ambulancias y los equipos de defensa civil.
Rafah continúa en el foco de la ofensiva sionista a pesar de la orden de la Corte Internacional de Justicia, emitida el viernes, para la detención «inmediata» de la operación en dicho territorio, pero este último ataque ha desencadenado una nueva oleada de reacciones que piden el cese de las hostilidades.
De hecho, la fiscal principal del Ejército de Israel, Yifat Tomer Yerushalmi, reconoció hoy que el bombardeo de un campo de evacuados en Rafah, al sur de Gaza, fue «muy grave», según declaró en una intervención ante abogados de Israel.
Yerushalmi aseguró que las fuerzas armadas están llevando a cabo una investigación por el «incidente», que afectó a una «zona segura» la cual el Ejército no había ordenado evacuar aún, como sí había hecho con zonas al este y sur de Rafah.
Cerca de un millón de personas han huido de esta ciudad fronteriza con Egipto, la mayoría hacia el oeste, a las playas de Al Mawasi, donde se encuentran hacinados y sin servicios de saneamiento o agua potable.
Por su parte, la Resistencia Palestina llamó a «escalar las actividades públicas de rabia y presión para parar la agresión y la guerra genocida» a raíz de estos ataques no solo en Gaza, sino también en Cisjordania y Jerusalén.
La Autoridad Nacional Palestina acusó a «la Administración americana y algunos países europeos» de ser «compañeros en esta masacre que tenía por objetivo a niños, mujeres y ancianos indefensos».
También organizaciones humanitarias como Médicos Sin Fronteras (MSF) o la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, que operan en Rafah, calificaron lo ocurrido de «una noche sangrienta» y «aterradora».
Fuente: TeleSUR