El presidente de la Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype), Carlos Bolaños, lamentó que su rubro se encuentra “en decadencia” debido al incremento salarial, el contrabando y la masiva venta de ropa usada en el país.
El martes, el presidente Luis Arce, junto a la dirigencia de la Central Obrera Boliviana (COB), anunció el incremento del 5,85% al salario mínimo nacional y del 3% al salario básico. Tras conocerse la noticia, el empresariado y emprendedores manifestaron su descontento por la medida.
En entrevista con La Razón Radio, Bolaños calificó el incremento salarial de “golpe lapidario”, debido a que, en su criterio, las micro y pequeñas empresas están en permanente subsistencia por la falta de mercados y centros fijos de exposición para comercializar sus productos.
“La manufactura boliviana está en decadencia por el contrabando que está en un momento de bonanza”, aseguró.
Indicó que su sector cuenta con 75.000 a 80.000 emprendimientos aproximadamente que generan, por lo menos, tres empleos directos y cinco indirectos cada uno. “Somos el 83% del aparato productor generador de empleo”, afirmó.
Lamentó que, tras el incremento salarial, se van a “engrosar” las filas de los desempleados. Reclamó que hay una variedad de factores en contra de las pequeñas empresas, como el alza de precios de la materia prima y, ahora, el incremento de la mano de obra.
Contó desde la pandemia el rubro está en permanente estado de emergencia y que, desde 2020, sus ganancias han mermado en un 70%. “Un negocio de subsistencia es un negocio que no rinde”.
“Ahora con este incremento todo se viene abajo. Estamos de mal en peor”, cuestionó.
Por otro lado, aseguró que el contrabando es otro fenómeno que los ha afectado de manera directa. Admitió que, aunque que existen controles de la Aduana Nacional en las fronteras, de 30 camiones con contrabando, las autoridades solo logran incautar uno o dos vehículos.
“Imagínense cuál es el porcentaje”, reclamó.
Afirmó que el trasfondo del problema es la masiva venta de ropa usada que ingresa al país en fardos y son distribuidos en todos los departamentos. “Hay almacenes enormes con ropa de contrabando”.
Dijo que, por ejemplo, en Potosí, hay dos mercados donde se comercializan puros productos de contrabando. Denunció que la Alcaldía les da los espacios de venta para, posteriormente, ser legalizados. Se trata del mercado de Villa Santiago, Cantumarca y Uyuni.
“La ropa usada es otro problema que nos está matando”, sentenció.
Asimismo, hizo referencia a la Feria 16 de Julio ubicada en la ciudad de El Alto, donde los comerciantes exponen productos y ropa de contrabando o de segunda mano; pese a que las leyes del país prohíben la venta de dichos productos.
“En la Feria 16 de Julio son galpones y galpones de ropa usada”, añadió.
Lamentó que no haya coordinación entre el Gobierno, gobiernos departamentales y gobiernos municipales para controlar este fenómeno. Pidió a la población adquirir productos hechos en Bolivia con el fin de evitar el contrabando y coadyuvar con la manufactura nacional.
Los mercados del país están copados de productos de contrabando, desde alimentos, golosinas, artefactos tecnológicos y ropa.
Fuente: La Razón