Las fuerzas de seguridad de Argentina quedaron enfrentadas y en medio de un clima de fuerte tensión luego de que el Gobierno nacional enviara a un contingente de 200 gendarmes a la provincia de Misiones, ubicada en el norte del país, para controlar una protesta de policías estatales.
El conflicto comenzó hace meses y terminó de estallar el viernes, cuando los policías misioneros tomaron un comando radioeléctrico y se acuartelaran en reclamo de aumentos salariales.
Para entonces, ya llevaban varios días de acampe frente a la jefatura policial, pero sin ninguna respuesta por parte del gobernador Hugo Passalacqua, quien recibió el auxilio de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Sin acuerdo
Este lunes, los representantes de los uniformados rechazaron la oferta del Gobierno provincial de 20 % de incremento en los sueldos, por considerarla «irrisoria».
La propuesta de Passalacqua se eleva un 5 % a lo ofrecido el pasado sábado, y está muy lejos de lo pretendido por los policías, que quieren una actualización de sus ingresos del 100 %.
«No habrá acuerdo porque no hay voluntad de los políticos», dijo el suboficial de Policía Ramón Amarilla al sitio Misiones Online.
«Todos los sectores están reclamando y nosotros no somos la excepción. Es una vergüenza lo que nos ofrecieron, ya que no se asemeja a lo que necesita un oficial de policía para superar la línea de pobreza», explicó Amarilla luego de confirmar que no se alcanzó un entendimiento y, por ende, continuarán las protestas.
RT