La nueva cepa de la Covid-19, Ómicron, y la falta de medidas contra el coronavirus de parte del Gobierno de Jair Bolsonaro, ha obligado a algunos alcaldes de ciudades brasileñas a cancelar las tradicionales fiestas de fin de año.
Río de Janeiro se sumó este sábado junto a otras 20 capitales estaduales a suspender los eventos previstos para la noche del 31 de diciembre.
«Vamos a cancelar de esta forma la celebración oficial de la fiesta de año nuevo en Rio», anunció el alcalde Eduardo Paes en Twitter.
Añadió que tomó «con tristeza» la decisión de cancelar los tradicionales festejos con música y fuegos artificiales, que cada año aglomeran a unos tres millones de personas en la playa de Copacabana, al no contar con «la garantía de las autoridades sanitarias».
«Respetamos la ciencia», tuiteó Paes, diciendo que hay opiniones discrepantes entre los comités científicos de la ciudad y el estado, pero que prefiere ceñirse al más restrictivo.
«El comité de la ciudad dice que puede seguir adelante y el estado dice que no. Así que no puede llevarse a cabo. Cancelemos la celebración oficial de Año Nuevo en Río», afirmó.
Además de Río de Janeiro, otras 19 capitales brasileñas también anunciaron la cancelación de la fiesta de despedida del año: Aracaju, Belém, Brasilia, Campo Grande, Cuiabá, Florianópolis, Fortaleza, Joao Pessoa, Maceió, Manaus, Natal, Palmas, Porto Alegre, Recife, Río de Janeiro, Salvador, Sao Paulo, Sao Luis y Vitória.
En Florianópolis y Recife habrá fuegos artificiales, pero todas las actuaciones previstas fueron canceladas.
En Brasil, la pandemia se ha cobrado más de 615,000 vidas, el segundo total más alto del mundo después de Estados Unidos.
Fuente: Telesur