El mediocampista colombiano está tranquilo porque sabe que su familia está bien cuidada en su país
Michael Ortega, mediocampista de The Strongest, contó que recibió amenazas con mensajes que mostraban las fotografías de sus hijos, quienes están en Colombia.
“He recibido amenazas hacia mis hijos, no sé quién es, me mostraron fotografías de mis hijos por redes sociales. Que ni se atrevan a tocarlos porque no saben quién soy, espero que esto no llegue a mayores”, dijo Ortega, en conferencia de prensa.
“Tengo amistades que están conmigo, mis hijos van a estar bien, lo hago público (la amenaza) porque hay cosas que no están bien en el mundo. Seguimos de primero (torneo boliviano) y hay que ganar el domingo”, acotó el colombiano.
Llamó la atención porque habitualmente esto no se da en el fútbol boliviano, donde aún se puede ir en familia a los estadios y también sentarse a lado de los hinchas rivales.
Ortega no reconoció de quienes lo están amenazando, pero tiene todas las capturas de los mensajes para mostrarlo e iniciar una posible investigación si es necesario.
“No sé, hay gente que escribe en portugués, espero que no llegue a mayores porque tengo personas que me cuidan en Colombia. Me pueden amenazar, yo estoy tranquilo y mi cabeza está acá, pero tengo ‘parceros’ que cuidan a mis hijos”, comentó.
SE QUEDA
Michael Ortega indicó que la propuesta que llegó del fútbol de Arabia Saudita lo desechó porque el presidente del club, Héctor Montes, y el entrenador Ricardo Formosinho, le pidieron que se quede y tenía una promesa con la actual dirigencia.
“El presidente me dijo que no podía irme y el objetivo es el título. Tengo una promesa con él (Héctor Montes) me la recordó y me quedo”, señaló.
EXPULSADO
“Nunca en mi vida tuve una expulsión en 15 años de carrera, es una decisión del árbitro y levantar cabeza para seguir luchando. En estos momentos hay que actuar más y hablar menos”, dijo Michael Ortega sobre su expulsión del miércoles ante Aurora.
También, el mediocampista le pidió disculpas a Darío Torrico (de Aurora) por haberle desviado el tabique nasal en un choque fortuito.
Fuente: La Razón