Los comunarios se resisten a abandonar sus casas y aceptan quedarse, incluso, ante el peligro latente. Años de esfuerzo e inversión los retienen en el lugar de desastre, situado en la zona sur de Cochabamba.
10 de enero de 2024
Sin el contexto necesario, las imágenes de Takoloma (zona sur de Cochabamba) podrían invitar a concluir, a priori, que se trata de una zona completamente arrasada por un sismo.
Nada de eso. La realidad dista mucho de aquella presunción. Lo que en verdad sucede es que Takoloma se asienta sobre una falla geológica que ha echado abajo a decenas de viviendas precarias.
El escenario es de angustia. La mayoría de las casas no está completa. Muchas de las edificaciones han perdido paredes, ventanas y también techos.
Takoloma expresa zozobra, expresa riesgo constante en el que, incluso, la osadía del juego invita a los niños a no percibir el peligro y dar rienda suelta a la dispersión entre pares.
Así, los menores -hijos del peligro- trepan paredes y se suben a pasajes nuevos creados por el deslizamiento de la tierra.
La radiografía del sitio muestra promontorios de tierra y escombros. Según los vecinos, los propios afectados, habría unos 150 domicilios derrumbados. Esa es una versión extraoficial.
Felipa, una mujer desesperada al saber que su esfuerzo se vino abajo, le comentó a OPINIÓN que ninguno de sus dos hijos (de 15 y 20 años) quiere irse.
«Mi casa se está derrumbando. Ya no se puede vivir aquí. Mis hijos no quieren salir. Aquí adentro voy a morir, ¿acaso voy a vivir eternamente? (dicen). No quieren salir para nada. Tanta plata he gastado, ¿a dónde voy a llevar a mis hijos? No tengo plata», se quejó Felipa.
La mujer también contó que ha ido en busca de cuartos en alquiler fuera de Takoloma y que no halló opciones.
«He buscado, no hay. Ayuda estamos pidiendo. Una pena estamos aquí llorando. No tenemos plata. Pedimos ayuda».
ADVIERTEN CON MARCHA
Otro vecino, también afectado, relató que es dueño de un lote hace 20 años. Conforme a su versión, «nunca les advirtieron sobre el peligro en la zona».
«Me he comprado lote, hace 20 años vivo aquí. Por ese motivo tenemos gas y luz. Todavía dicen que no era para construcción ¿Por qué antes no nos dijeron eso? Que bajen las autoridades».
De hecho, el comunario se animó a anticipar una marcha hasta La Paz. «Sí o sí vamos a subir con marcha o lo que sea a La Paz. Estamos preocupados. Aquí nadie quiere irse. Aquí siempre duermen (mis hijos). Esta casa tanto sacrificio me ha costado, tanta plata he empleado. Eso, a veces, me da pena».
SUBALCALDÍA APUNTA QUE HAY REFUGIO
El subalcalde de la comuna Alejo Calatayud, Ramiro Fuentes, ratificó que los lugareños se niegan a abandonar. Contó que tampoco aceptarían trasladarse a un refugio, que se encuentra disponible desde hace ya unos meses.
Dijo que hay alrededor de 35 casas en zona de riesgo.
OPINIÓN