El presidente Luis Arce Catacora lanzó un contundente mensaje a la militancia del MAS-IPSP durante su congreso nacional, asegurando que la unidad será clave para la victoria en las elecciones generales de agosto. A través de sus redes sociales, el mandatario enfatizó que el movimiento debe mantenerse cohesionado para enfrentar los desafíos políticos.
«Vivimos tiempos difíciles, pero de definiciones. Nuestro movimiento siempre ha sido sinónimo de resistencia y victoria. Unidos llegaremos fortalecidos a las elecciones y unidos vamos a ganar», declaró Arce. El presidente insistió en que su motivación no es personal, sino la construcción de un «país justo, digno e industrializado».
Aunque su nombre suena como precandidato del oficialismo, Arce evitó confirmar su postulación y se declaró «a disposición del Instrumento Político». «Estaré donde el pueblo y nuestro MAS decidan que debo estar», afirmó, en un guiño a la base partidaria que deberá definir su futuro en medio de tensiones internas.
El congreso del MAS busca reformar el Estatuto para eliminar el liderazgo vitalicio de Evo Morales y flexibilizar los requisitos para las candidaturas. Arce llamó a fortalecer la democracia interna y enfrentar lo que calificó como «sabotaje de la derecha». Sin embargo, la fractura con el sector «evista» es irreversible: mientras el oficialismo se reúne en La Paz, los seguidores de Morales se congregan en el Trópico de Cochabamba para evaluar la creación de un nuevo partido.
«La historia nos ha enseñado que unidos somos invencibles», insistió Arce, en un intento por cerrar filas ante la posible división. Pero con dos cónclaves paralelos este fin de semana, el MAS enfrenta su mayor prueba de cohesión desde la crisis que lo fracturó en 2021. La pregunta ahora es si el «arcismo» logrará imponerse o si el movimiento se dividirá definitivamente antes de la batalla electoral.
