Como dice Rolnik (1999) La normativa urbana y valorización inmobiliaria no es neutra. Prueba de ello es que recientemente el concejo municipal de Nuestra Señora De La Paz ha aprobado una normativa que brinda permisos a diez sectores de La Paz donde la constructora Las Loritas es la más beneficiada.
La mercantilización del suelo urbano en La Paz (marcada por una burbuja que favorece a la acumulación del capital inmobiliario) se ha ido destacando por actividades ilegales relacionadas con la necesidad de vivienda de los trabajadores, donde las empresas constructoras especulan con los precios del mercado inmobiliario y esto no sería posible sin acuerdos corruptos con el Municipio paceño.
Lo más alarmante de la normativa aprobada, es que no toma en cuenta el mapa de riesgos ni establece un límite de altura, recordemos que en La Paz se han dado numerosas tragedias relacionadas a deslizamientos de construcciones no aptas estructuralmente para la complejidad geológica, donde ninguna zona se ha salvado de presentar derrumbes o tener viviendas y/o edificios con problemas estructurales por infringir con las alturas permitidas.
Como ejemplo tenemos el edificio Torre Girasoles ubicado en la zona de Sopocachi, construida en pendiente, llegando a tener 38 pisos de altura, este edificio fue construido el año 2013 y ya presenta grietas significativas en su estructura y muros en diferentes pisos con grietas de más de 2 metros.
Los edificios de las Loritas están poniendo en riesgo a los ciudadanos, al buscar la mayor ganancia posible, construyen edificios que superan los 22 pisos de altura vulnerando lo supuestamente permitido, lo que podría dar como resultado problemas estructurales en unos años.
El derecho a la vivienda es un derecho social a ocupar un hábitat viable y con dignidad, el hecho de que la Alcaldía no funcione como ente regulador del suelo urbano demuestra que hace falta otro ente que regule el derecho de propiedad en función a la seguridad de los ciudadanos.
La políticas municipales del municipio paceño, lejos de ordenar y planificar la Ciudad, solo están destinadas a actos corruptos, que atentan contra la vida y la economía de los ciudadanos.
Autora: Nayra Agreda
La autora es arquitecta y urbanista