Wilson Aguilar Martínez
El momento histórico que vivimos es un nuevo tiempo cuya referencia es la resistencia al golpe de Estado y la recuperación de la democracia. El 10 de noviembre de 2019, representó la ruptura del orden constitucional, día en que el entonces Presidente Evo morales, además de presentar su renuncia, para salir rumbo a México donde pidió asilo, el mismo día Andrónico Rodríguez cumplía 31 años, pero además se erigía como el joven dirigente que sostuvo el “Proceso de Cambio”, tras el exilio del líder histórico que, además de Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia era Jefe Nacional del MAS-IPSP, Presidente de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba y líder histórico del “Proceso de Cambio”. Ante ese hecho, el joven dirigente tuvo que forjar su liderazgo asumiendo el vacío dejado; gran responsabilidad de estrenarse en circunstancias en las que antiguos dirigentes optaron por la clandestinidad y el anonimato.
Al ser representante del núcleo duro de la resistencia al golpe de Estado y además de constituirse en el epicentro de la “Revolución Democrática y Cultural”, la decisión de optar por el mejor camino no fue sencilla, ya que, además de hacer frente a las arremetidas del régimen instalado en el gobierno, tuvo que lidiar con dirigentes de su propia organización política, a lo que se sumaban los sectores movilizados que, al encontrarse radicalizados debido a las muertes acaecidas, no esperaban asumir otra decisión que no sea una respuesta contundente. De ahí que no fueran bien vistas las acciones emprendidas por el joven dirigente, a quien acusaban de “tibio”. No obstante, el hecho de contar con un liderazgo sobrio y democrático le permitió a Andrónico Rodríguez encauzar la lucha por la vía democrática, decisión ampliamente discutida, pero al final asumida de forma orgánica.
La vitalidad del liderazgo emergente de Rodríguez fue crucial para revertir las circunstancias de orfandad política en la que se encontraba el MAS-IPSP, debido a lo cual, el instrumento recobró la fuerza necesaria para reorganizarse, aprender de los errores cometidos y recuperar la democracia en el país, volviendo con más fuerza, demostrando con ello que la continuidad del “Proceso de Cambio” no estaba en entredicho; en cuyo contexto el MAS-IPSP asumió posturas radicales en circunstancias necesarias y conciliadoras en otras; acciones que allanaron el camino para la realización de las elecciones del 27 de octubre de 2020, por las que, el MAS-IPSP, retornó democráticamente al gobierno, evidenciando con ello que la potente coalición que derrocó a Evo Morales, no pudo vencer democráticamente al MAS-IPSP, ya que la violencia estatal fue aplacada por la movilización democrática.
Un rasgo distintivo del joven dirigente es su carácter conciliador, sin embargo, hubieron circunstancias en las que su liderazgo se complementó con una personalidad determinante: “La masacre de Senkata y de Sacaba, el Estado ausente, Andrónico presente”; sucesos que quedaron reflejados con lo acaecido el 25 de noviembre de 2019, cuando en lugar de participar de la mesa de diálogo instalada por el gobierno, optó por trasladarse a la Capilla de Senkata para participar de la reunión entre la CIDH y familiares de los heridos y fallecidos. En esa ocasión y pese a que existían órdenes de aprehensión en su contra, el joven cocalero se presentó sorpresivamente en la urbe alteña. Las circunstancias en las que se produjo el suceso, fueron graficadas por un periodista argentino, por medio del cual, efectúo la siguiente denuncia: “Lamentablemente todos los derechos se han conculcado. Para ellos democracia y libertad había sido coartar la libertad de circulación, de expresión y por supuesto el Estado de Derecho ha desaparecido en toda su dimensión (…) Lo que pasó el 2001, 2002, hace 13 años ha vuelto. El Ejército nunca salió a disparar a su pueblo, de ninguna manera, impresionante lo que pasó en Sacaba y Senkata. (…) Bolivia está en un momento muy delicado, sin Estado de Derecho”.
Un hecho que quedó marcado en la memoria del pueblo boliviano fue la cruzada solidaria impulsada bajo la consigna “trópico solidario”, en cuya cabeza, y ante la incapacidad del gobierno de garantizar alimentos en momentos duros, en que la pandemia no solo hacía mella, sino que además encontraba a un pueblo postrado al encierro, el joven dirigente, consciente que de una crisis sanitaria se pasó a una crisis alimentaria, emprendió la campaña “solo el pueblo ayuda al pueblo”, en la que se distribuyeron más de 424 camiones con 5.088 toneladas de alimentos, de frutas y verduras; acciones que, además de valerle mayor persecución, fueron vistas por la población como un intercambio en que el pueblo organizado irradiaba solidaridad y a cambio recibía represión y hostigamiento.
El primer contacto para que la legitimidad de su liderazgo sintonice con el cariño del pueblo, se dio el 7 de noviembre de 2019 en ocasión del Primer Ampliado del Pacto de Unidad, después de la ruptura del orden constitucional desarrollado en el Coliseo de la Coronilla de Cochabamba, ocasión en que es recibido con una afectuosa bienvenida; posteriormente se vio cuando se desarrolló el ampliado del MAS-IPSP en Huanuni, donde se lo aclamó para formar parte del binomio, demanda que posteriormente fue puesta en conocimiento de la reunión realizada en Buenos Aires-Argentina, a la que no pudo asistir debido al arraigo que se dispuso en su contra, aun así, optó por enviar un mensaje en el que comunicó que asumiría la decisión a tomarse.
Solo en un liderazgo genuino e incondicional se puede observar el “hacer mucho sin esperar nada a cambio”; por ello de haber sido consensuado para para formar parte del binomio pasa a ser candidato a primer Senador por Cochabamba, no obstante, y contra todo tipo de vaticinio, terminó como candidato a tercer Senador, cargo al que accedió debido a su labor de bajar a las reuniones de los sectores sociales en todos los departamentos de Bolivia, con el objeto de organizar la lucha, y posteriormente encarar la campaña; lo cual, le valió irradiar su liderazgo a nivel nacional, mandato desde el cual ostenta la autoridad de Presidente de la Cámara de Senadores, tal como refieren sus colegas senadores: “él se lo ganó”.
El referir “hay que hacer que el poder vuelva a manos del pueblo”, lo dice en función a su vocación democrática y orgánica; razón por la cual, puso en práctica la implementación de elecciones internas en el Municipio de Entre Ríos para definir al candidato del MAS-IPSP a la alcaldía, evento que pone en práctica uno de los rasgos más importantes del Estado Plurinacional, y que tiene que ver con la democracia intercultural, una combinación de democracia directa, participativa y representativa, y que emerge ante la necesidad de que las organizaciones sociales reasuman su rol conductor del proceso de transformaciones que vive nuestro país.
En Andrónico se puede observar al joven que “siente” como el pueblo y al intelectual que “piensa”; por lo que comprende que el rol de la formación en los líderes del “Proceso de Cambio” es muy necesario, por ello ingresó a la Universidad Mayor de San Simón, donde se recibió en Ciencias Políticas. Consciente que la formación académica no garantiza la formación ideológica ni política, y tras cumplir su propósito, optó por retornar a la vida sindical para involucrarse con el movimiento cocalero, y eso fue lo que hizo. Desde el 27 de octubre de 2018 cuando se convirtió en el segundo hombre fuerte del sector más combativo del país, siendo ratificado por unanimidad y de forma orgánica junto a Evo Morales, en el XV Congreso de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, realizado el 20 de septiembre de 2021.
Su paso como dirigente de Juventudes de las Seis Federaciones, posteriormente el asumir como Secretario de Actas de la Central “1ra Manco Kapac B”, por delegación de su madre, y luego de recibir en propiedad una fracción de terreno de sus padres, lo habilitó para asumir la cabeza de la Federación Mamoré Bulo Bulo, casi inmediatamente después la vicepresidencia del movimiento cocalero, ostentando en consecuencia un “liderazgo orgánico” que no desplaza, sino más bien, de quien reemplaza orgánicamente al líder histórico en su ausencia. Por tal razón, manifiesta su incomodidad refiriendo que: “Evo Morales me hubiera cedido o nombrado a dedo para que yo asumiera esa responsabilidad, lo cual no es cierto. Los liderazgos se construyen, no se designan o asumen a través de decreto.”
Son múltiples los factores que se entrecruzaron en una “catarsis” en tiempo y espacio para forjar al joven líder cocalero, quien con 33 años conquistó un lugar en la política boliviana y el cariño de su pueblo, perfilándose en un referente del campo popular con mayor llegada a sectores de influencia no tradicionales del MAS-IPSP, por ello tiene claro que su misión fundamental se traduce en la construcción de lo que se plasmó en la Asamblea Constituyente, el Estado Plurinacional de Bolivia; nos encontramos en este momento, y es que no se trata de qué país les vamos a dejar a nuestros hijos, sino de qué país queremos, ¡pero ahora!
Por último, siendo que la referencia inmediata del momento histórico presente es la resistencia al golpe de Estado y la recuperación de la democracia, escenario en el que irrumpe Andrónico Rodríguez Ledezma junto a otros jóvenes, como parte del proceso de renovación política que vive el MAS-IPSP, hecho que configura la nueva realidad política boliviana; son liderazgos que, al encontrarse provistos de autoridad intelectual y moral no solo oxigenan la política boliviana, sino que son vitales si pretendemos encaminar verdaderos procesos de reencuentro y/o reconciliación (sin impunidad) entre los bolivianos.
El autor es politólogo.