El epicentro de la celebración es indudablemente Tarija, donde miles de mujeres sellan su amistad y bailan en una multitudinaria entrada
Miles de amistades se sellarán este Jueves de Comadres, en una tradición que cobra fuerza en el país y que abre los festejos por el Carnaval. La fiesta congrega a mujeres en una infinita variedad de ambientes, colores y gustos en el territorio boliviano.
El epicentro indudablemente es la ciudad de Tarija, donde desde muy temprano, como marca la tradición, las amigas se convierten en comadres con la entrega de canastas llenas de frutas de la temporada, flores, pan dulce, caramelos, serpentinas y globos. A la entrega se suman los ritmos carnavaleros del erke y la caja, los cohetillos y el aroma de albahacas y rosas pascua.
La picardía tarijeña no puede estar exenta de esta fiesta, pues también reflorecen las coplas picantes contra los hombres y el infaltable pepino dentro de la canasta de comadres.
Esta tradición tarijeña se expande desde hace varios años en el país. En otras ciudades se organizan agasajos a las mujeres o ellas mismas lo hacen, entre amigas, familiares o compañeras de trabajo.
También aumentaron las fiestas con grupos musicales en vivo, de talla nacional e internacional, y las saltadas en las calles, en escenarios diferentes a los tradicionales que surgieron en Tarija, donde además hay una gran entrada de miles y miles de mujeres bailando la rueda chapaca, cuecas y otros ritmos carnavaleros.
La celebración del Jueves de Comadres de Tarija está reconocida como Patrimonio Cultural Intangible por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés).
CORREO DEL SUR