El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, confirmó este viernes que la Policía Boliviana ejecutará un operativo para aprehender al expresidente Evo Morales, quien enfrenta una orden judicial vigente por presunta trata de personas en Tarija. La advertencia llega mientras Morales permanece refugiado en el Trópico de Cochabamba, protegido por seguidores que han instalado barricadas en la zona.
«El mandamiento emitido el 17 de marzo por autoridades judiciales de Tarija es válido y se ejecutará. Tenemos un plan de operaciones preparado», declaró Del Castillo en conferencia de prensa. El ministro desestimó las medidas de protección que rodean al líder masista: «Nadie cree que estos palitos y fortines improvisados impedirán el trabajo policial».
Desde su refugio en el Chapare, el expresidente ha recibido el respaldo de cocaleros y sectores afines, que prometen resistencia civil ante cualquier intento de detención.
Del Castillo advirtió que el gobierno no caerá en provocaciones: «Morales busca crecer políticamente con victimización y enfrentamientos. No permitiremos que manipule a la población para generar violencia». El ministro destacó que la gestión de Luis Arce es «la única que no registra muertes en conflictos sociales», en un claro mensaje para desactivar posibles protestas.
El operativo policial se prepara en medio de una crisis política creciente, donde el MAS enfrenta divisiones internas por las elecciones 2025. Analistas alertan que una detención de Morales podría desatar una escalada de conflictos en el Trópico, región históricamente leal al expresidente. Mientras tanto, organizaciones de derechos humanos exigen garantías para que el proceso judicial siga su curso sin violencia.