Una bebé de ocho meses murió debido a los fríos intensos provocados por la temporada invernal en Jan Yunis, sur de la Franja de Gaza, azotada por fuertes lluvias, fríos y vientos que afectan a familias desplazadas y refugiadas en tiendas de campaña como consecuencia de la agresión genocida de Israel.
La Oficina de Medios del Gobierno de Gaza hizo un pedido de ayuda al mundo “para afrontar la catastrófica realidad humanitaria” que afecta al país.
Autoridades informaron que la Organización Save the Children, dedicada a la asistencia a niños, se vio obligada a cerrar la mitad de sus espacios debido a los estragos causados por las condiciones meteorológicas.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación Asuntos Humanitarios (OCHA) alertó sobre mayores riesgos de inundaciones para la semana en curso en la localidad costera, afectando a más de 140.000 personas.
Hay escasez de tiendas de campaña y materiales de refugio de emergencia en Gaza, donde casi 1.5 millones de personas se encuentran sin refugio, según el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC).
A estos hechos se suman las pretensiones de Israel de obstaculizar la entrada de suministros básicos al país, que genera también una grave escasez de medicamentos. El fin de semana, las autoridades sanitarias gazatíes alertaron de que el 52% de la lista de medicamentos esenciales, el 71% de las listas de consumo médico y el 70% de los consumidores de laboratorio están agotados.