La nueva variante Ómicron puede reducir la eficacia de la vacunación contra el coronavirus, aunque es probable que no sea tan peligrosa como la delta, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), señala Rt.
Hasta la fecha, los científicos disponen de muy pocos datos sobre la eficacia de los fármacos anticovid contra Ómicron, y ninguna de las pruebas ha sido sometida a la revisión por pares, advierte el organismo.
«Los resultados preliminares de estudios epidemiológicos sobre la reinfección, ensayos de neutralización y el perfil antigénico considerablemente alterado de la proteína espiga de ómicron sugiere una probable reducción de la eficacia de la vacunación contra la infección y la transmisión, dice el informe.
Aunque la inmunización se ha demostrado altamente eficaz contra la cepa Delta, a nivel mundial, esta sigue siendo la variante predominante. Es probable que las vacunas tengan cierta eficacia contra la nueva también, sobre todo en los casos más graves, a pesar de que su efecto es reducido en comparación con otras, detalla el reporte.
Actualmente, la cepa detectada por primera vez en el sur de África se extiende más rápido que la variante descubierta en la India, según informa la Organización, que pronostica que la tasa de propagación podría superar la de Delta en los países donde los contagios se producen por contacto. Sin embargo, la OMS considera a la nueva variante menos peligrosa, ya que la mayoría de los casos detectados eran asintomáticos o con síntomas moderados y leves.
Primer fallecido en Reino Unido
El primer ministro británica Boris Johnson confirmó en Londres el fallecimiento de al menos una de los más de 3 300 personas infestadas hasta ahora en el país con la nueva variante identificada por primera vez en Sudáfrica el mes pasado.
Por lo tanto, lo mejor que podemos hacer todos es vacunarnos con la dosis de refuerzo, recalcó Johnson, quien anoche anunció que todos los adultos mayores de 18 años con la pauta completa de vacunación tendrá la posibilidad de recibir una tercera inyección antes de fin de año.
Para lograrlo, aseveró el Primer Ministro, se administrarán alrededor de un millón de vacunas diarias, una meta que algunos expertos creen difícil de lograr debido al enorme esfuerzo que implica para el Servicio de Salud Pública.
A raíz del surgimiento de la nueva variante, el Reino Unido cerró sus fronteras con una decena de país del cono sur africano, comenzó a exigir pruebas negativas de COVID-19 a todos los viajeros internacionales, acortó a tres meses el intervalo para recibir la dosis de repuesto, e impuso el uso obligatorio de la mascarilla en el transporte público, tiendas y demás espacios cerrados.
También restableció el teletrabajo como parte del llamado Plan B, que establece, además, previa aprobación del Parlamento, que para entrar a un club nocturno o a un evento masivo será necesario mostrar un pasaporte de vacunación o un resultado negativo a una prueba rápida de COVID-19.
Aunque aseguró este lunes que esas medidas y la vacuna de refuerzo serán suficientes para contener la propagación de Ómicron, Johnson no descartó este lunes la imposición de más restricciones antes de Navidad.
La víspera, las autoridades médicas del Reino Unido elevaron el nivel de alerta por la COVID-19 a cuatro, el penúltimo en una escala de cinco, y que significa que existe un alto nivel de propagación del virus, con amenaza de que se sature el sistema de salud.
Fuente: Al Mayadeen Español