Rusia seguirá vendiendo petróleo y productos derivados a los países amistosos, independientemente de las fluctuaciones de su precio, según lo ha afirmado el ministro ruso de Energía, Nikolái Shulguínov.
En declaraciones al periódico Izvestia, el ministro señaló que es difícil actualmente predecir el nivel de los precios del crudo ante la perspectiva del embargo sobre la importación del crudo ruso, promocionado en Occidente en el marco de las sanciones por la operación militar rusa en Ucrania.
«Creo que todas las empresas internacionales que hacen previsiones las irán revisando, porque se basaron en premisas diferentes. Nadie había tenido en cuenta los cambios en la situación geopolítica y económica», dijo Shulguínov. Asimismo, consideró posible un precio del crudo en la franja de los 80-150 dólares por barril, aunque subrayó que el objetivo de su Ministerio no es adivinar los precios, sino asegurar el funcionamiento de la industria petrolera.
«Estamos dispuestos a vender petróleo y sus derivados a países amistosos a cualquier rango de precios», indicó.
El ministro calificó de «hipotética» la posibilidad de retirada de los actores extranjeros del capital accionarial de las empresas energéticas rusas.
«Ahora estamos trabajando en diferentes opciones, porque las empresas no van a salir sin más, sino que necesitan encontrar a un comprador. Algunos agentes extranjeros afirman que no emprenderán nuevos proyectos de inversión, pero seguirán realizando los ya existentes», explicó, al tiempo que aclaró que el Ministerio vigilará la situación y controlará el mantenimiento de los puestos de trabajo en las empresas.
«En el sector energético aún no vemos ningún problema. En cuanto al refinado de petróleo y a la extracción, hay componentes, segmentos y equipos individuales, pero creo que, basándose en las posibilidades de encontrar equipos alternativos de otros proveedores, el sector de los combustibles y de la energía podrá hacer frente a la situación», añadió Shulginov.
Fuente: Al Mayadeen en Español