Italia, 2 de mayo de 2025. El Vaticano comenzó este viernes con la instalación de la tradicional chimenea en la Capilla Sixtina, paso esencial para el inminente cónclave que designará al nuevo papa tras el fallecimiento de Francisco. La colocación del conducto metálico marca el ingreso del proceso en su etapa definitiva y prepara el escenario para la deliberación de los cardenales electores, prevista a partir del 7 de mayo.
Esta chimenea, símbolo inconfundible en la historia del papado, permite informar a millones de fieles sobre el desarrollo de las votaciones mediante señales de humo.
Cuando los cardenales no alcanzan el consenso requerido, se genera humo negro con la quema de papeletas mezcladas con compuestos como perclorato de potasio, antraceno y azufre. En cambio, si se logra elegir al nuevo líder espiritual con una mayoría de dos tercios, el humo blanco anuncia al mundo el nacimiento de un nuevo pontificado.
El sistema fue utilizado por última vez el 13 de marzo de 2013, cuando se proclamó la elección del cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, quien asumió el nombre de Francisco. En esta ocasión, con más de 1.300 millones de católicos a la espera, la atención mundial vuelve a dirigirse hacia Roma.