Venezuela revoca concesiones a Iberia, TAP, Avianca, Latam, Turkish y Gol tras suspender sus vuelos en escalada militar

Venezuela, 27 de noviembre de 2025. El Gobierno de Nicolás Maduro dejó sin efecto los derechos de tráfico aéreo de Iberia, TAP, Avianca, Latam Colombia, Turkish Airlines y Gol. El argumento del sistema chavista es estrictamente político. El Ministerio de Transporte y el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) acusan a las aerolíneas de “sumarse a las acciones de terrorismo de Estado promovido por el Gobierno de Estados Unidos, suspendiendo unilateralmente las operaciones aerocomerciales hacia y desde la República Bolivariana de Venezuela”.

Tras esta decisión oficial, no podrían volver a Caracas unas compañías que decidieron parar sus operaciones hacia y desde la capital venezolana por motivos de seguridad.

La orden de revocación ha sido publicada en la Gaceta de la República Bolivariana de Venezuela sin que se hayan visto afectadas las otras dos compañías aéreas españolas que también han cerrado sus conexiones: Air Europa y Plus Ultra. No les alcanza la represalia a la vista de que dejaron de volar este martes, cuando Iberia lo había anunciado el sábado y ya dejó aviones en tierra desde el lunes. El matiz de la fecha es relevante. Iberia y el resto de suspendidas siguieron la recomendación de no volar por alto riesgo que partió el pasado viernes de la Autoridad Federal de Aviación Civil de EE UU (FAA, por sus siglas en inglés), lo que es interpretado en Caracas como seguidismo a Donald Trump, mientras que Air Europa y Plus Ultra atendieron el consejo de no sobrevolar cielo venezolano una vez que fue ofrecido el lunes por la Agencia Española de Seguridad Aérea (Aesa).

El Gobierno de Portugal ha sido el primero en responder. Su ministro de Infraestructuras y Vivienda, Miguel Pinto Luz, ha afirmado en su cuenta de la red social X que su país “no cede a amenazas, ultimátums, ni presiones de ningún tipo”. Pinto Luz remarca que la actuación de la pública TAP “está guiada exclusivamente por el interés nacional superior y la defensa inquebrantable de la seguridad de los portugueses en cualquier parte del mundo”.

El impacto del parón es poco relevante en el negocio de Iberia, pese a que esta tiene en Latinoamérica su principal mercado, y la acción de su matriz, IAG, se ha dado la vuelta en los primeros minutos de negociación en Bolsa tras arrancar con una pérdida del 0,4%. La cotización se apunta un 0,78% al filo de las 12.00 del mediodía.

En la página web de Air Europa se puede leer que “los vuelos a o desde Caracas a partir del 28 de marzo de 2026 están sujetos a aprobación gubernamental”, sin mayor explicación. Desde la empresa se afirma que sus viajes entre Madrid y Caracas siguen suspendidos, “aunque es una situación que valoramos día a día”. Un portavoz de Plus Ultra, por su parte, confirma que esta compañía mantiene “cancelados los vuelos hasta el 1 de diciembre siguiendo las pautas del notam [aviso oficial] enviado de la autoridad aeronáutica española”.

La recomendación de la FAA anticipó una “posible situación de riesgo” en Venezuela y el sur del Caribe derivada del despliegue militar de EE UU en el Caribe, al que hace días se incorporó el mayor portaaviones estadounidenses, el Gerald Ford. A esta voz de alarma se sumó la Aesa en claro apoyo a las tres aerolíneas de este país que conectan con Venezuela. El aviso de riesgo, independientemente de la altura de operación, se mantiene al menos hasta pasado el 1 de diciembre en el caso de la agencia española, mientras que la estadounidense va más allá y fija un plazo de precaución que abarca hasta febrero.

Una vez que causó efecto la llamada de atención de la FAA, las autoridades venezolanas dieron el lunes un ultimátum de 48 horas a las aerolíneas ahora sancionadas para reanudar operaciones, amenazándolas abiertamente con una cancelación de la concesión de los derechos de vuelo en el país.

Iberia ha reaccionado al amanecer asegurando que su deseo es “retomar los vuelos a Venezuela lo antes posible, en cuanto se den condiciones plenas de seguridad”. La aerolínea recuerda que su prioridad es “siempre la seguridad de los pasajeros y de los tripulantes”, y añade que “no puede operar en zonas donde hay un alto riesgo de seguridad”. Es el caso actual de Venezuela y se confía en poder volver con normalidad “cuando se recupere la calma en la zona”. La firma que preside Marco Sansavini está en la labor de rebajar la tensión y elude calificar la decisión tomada por el Ejecutivo de Maduro.

El País